La Unidad de Asma Grave (UAG) de la sección de Alergología del Hospital General Universitario Reina Sofía ha recibido la acreditación de excelencia y de unidad docente para impartir práctica presencial en asma grave, otorgada por la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).
Se trata de una de las pocas unidades de este tipo acreditadas en España. De las únicas dos que existen en la Región de Murcia, una de ellas en el Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca, solo la Unidad de Asma Grave del Reina Sofía, coordinada por el doctor Juan Carlos Miralles, está acreditada para impartir formación práctica presencial dentro del programa de desarrollo profesional continuado de la SEAIC.
Para obtener esta acreditación ha sido necesario avalar la calidad de la actividad de la UAG a través de una serie de requisitos en recursos materiales, circuitos y desarrollo de actividades, así como en formación e investigación necesarias para un abordaje multidisciplinar de esta patología compleja.
En la unidad se revisa a los pacientes con más frecuencia y en menor número por agenda, lo que permite dedicarles más tiempo y atención. Además, existe un protocolo estandarizado para el diagnóstico, tratamiento y seguimiento de la enfermedad. Además, en el tratamiento de esta patología colaboran los servicios de neumología, otorrinolaringología, digestivo y psiquiatría del hospital.
Por otro lado, esta unidad tiene una dotación tecnológica de diagnóstico y tratamiento única en la Región, que la acredita también como unidad docente para la formación de alergólogos de otros hospitales en el manejo de estas técnicas.
El objetivo es prestar una atención de excelencia a pacientes con asma de difícil control, disminuir las visitas a urgencias y los ingresos hospitalarios y aumentar su calidad de vida, además de optimizar el gasto sanitario que esta enfermedad conlleva y otros costes indirectos, como el absentismo laboral y escolar o la pérdida de horas productivas.
El asma grave y su incidencia en la población
Se consideran pacientes con asma grave aquellos que, a pesar de tomar dosis elevadas de los tratamientos habituales (corticoides inhalados, broncodilatadores, antileucotrienos), presentan mal control de la enfermedad, con aparición frecuente de síntomas y exacerbaciones que pueden precisar repetidas asistencias en urgencias y hospitalizaciones.
Estos pacientes, por su gravedad y elevado consumo de recursos, deben ser seguidos por unidades especializadas que oferten una atención de excelencia y sean capaces de optimizar el coste sanitario.
Entre un 8 y un 10 por ciento de la población general padece asma bronquial. De ellos, aproximadamente el 10 por ciento tiene asma grave. Sin embargo, este 10 por ciento de pacientes asmáticos graves representan el 50 por ciento de los costes totales (directos e indirectos) que se atribuyen al asma bronquial. Aunque sigue habiendo pacientes que mueren de asma, gracias a las unidades de asma grave y a la mejora reciente en los tratamientos han disminuido los índices de morbilidad y mortalidad.