La agresión que tuvo lugar ayer a un trabajador del centro en el módulo de aislamiento es fruto del ineficaz protocolo de agresiones que está en vigor.

La asistencia sanitaria deficiente por falta de personal, repercute directamente en el seguimiento y tratamiento de enfermos mentales.

La agresión que tuvo lugar ayer a un trabajador del centro en el módulo de aislamiento es fruto del ineficaz protocolo de agresiones que está en vigor.

La asistencia sanitaria deficiente por falta de personal, repercute directamente en el seguimiento y tratamiento de enfermos mentales.

La agresión que sufrió un trabajador en la prisión de Campos ponen entredicho el protocolo de agresiones que se puso en marcha el año 2017 y que ha demostrado que no es eficaz porque va dirigido a las consecuencias de las agresiones y no a sus causas.

Una de las causas que provocan las agresiones son los enfermos mentales y en la prisión de Campos del Rio, con una población reclusa a día de hoy de 1097 internos, la falta de médicos y hace que sea difícil llevar un control y seguimiento adecuado de este tipo de internos, lo que afecta, indudablemente, al correcto funcionamiento del centro, al igual que la falta de empleados públicos con un déficit de plantilla actual de 35 vacantes.

El módulo de aislamiento del centro, donde se produjo la agresión, está al límite ya que tiene a 42 internos de los cuales más de la mitad se consideran muy peligrosos.

El problema de las agresiones no es exclusivo de nuestra Región y responsabilizamos al Ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, por no cumplir la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y no garantizar la integridad del personal de Instituciones Penitenciarias