El Vicepresidente del Parlamento Europeo y eurodiputado del PP Ramón Luis Valcárcel ha sido señalado directamente por el hacker y prófugo de la justicia Julian Assange por denunciar ante Bruselas los métodos propagandísticos que utiliza el secesionismo para legitimar sus actos y alertar de la injerencia de redes prorrusas desestabilizadoras en Cataluña.
Assange lleva semanas usando frenéticamente su cuenta de Twitter para difundir un relato sesgado de la crisis de Cataluña, utilizando noticias falsas e imágenes manipuladas y arremetiendo contra el Estado de derecho, la democracia española y la Unión Europea.
El miércoles realizó, a través de este medio, una manipulación del correo que Valcárcel envió el 1 de octubre a los 751 diputados que componen la Eurocámara, en el que subrayaba la importancia de ver lo que sucedía en Cataluña "desde una perspectiva más amplia".
Contraponiendo dicho correo a algunas imágenes del día del referéndum ilegal, en su tuit Assange omite deliberadamente el inicio del mensaje de Valcárcel: "Permítanme que me dirija a ustedes en un día que no es ni fácil ni agradable para ninguno de nosotros, los españoles". Con esta manipulación, el propagandista busca exponer al europarlamentario popular y responsabilizarle de acontecimientos con los que no guarda relación alguna.
Desenmascarando las peligrosas acciones que ya estaban realizando el propio Assange o los medios públicos rusos Sputnik y Russia Today, el Vicepresidente del Parlamento Europeo informaba al resto de eurodiputados de que nos encontrábamos ante "el primer golpe de Estado de la era de la posverdad, planeado por irresponsables políticos nacionalistas-supremacistas ayudados por propaganda muy bien elaborada que se propaga rápidamente a través de las redes sociales con la ayuda de bots prorrusos".
El político murciano denunciaba así que "la 'Guerra de la Propaganda' que ayudó al secuestro de Ucrania está ahora intentando secuestrar la democracia y el orden constitucional de España". Cabe recordar que Valcárcel es el único español en la 'lista negra' del Kremlin, a la que fue añadido por su apoyo al pueblo ucraniano frente a las agresiones rusas.
Tal y como ha advertido en repetidas ocasiones, "los instigadores del conflicto en Ucrania no se valen sólo de tanques, sino de técnicas híbridos en las que la desinformación y las noticias falsas desempeñan un papel fundamental".
Consciente de esto, la "primera tarea" de Valcárcel ante la crisis de Cataluña ha consistido, como él mismo ha explicado, en "alertar del riesgo que supone la propaganda para la democracia española, pues busca exagerar acciones puntuales para erosionar la legítima defensa del Estado de derecho".
Así, en su email del domingo, Valcárcel recordó a sus colegas europeos que "los hechos no venden tan bien como las fotografías que tanto se han esforzado en conseguir los líderes secesionistas", pero que "correctamente contextualizados, son el mejor antídoto contra los trucos de la propaganda y de la posverdad".
De esta manera, adjuntaba también una relación de las ilegalidades que ha cometido el Procés para llegar hasta el 1-O y de las falsedades con que los líderes independentistas defienden el derecho de autodeterminación de Cataluña, el cual jurídicamente no existe.
Además de Assange, otro actor propagandístico que ha incluido a Valcárcel en sus manipulaciones ha sido Breitbart, portal de noticias falsas por excelencia que fue clave en la campaña por el Brexit, entre otras. Breitbart también se presta ahora a la causa independentista promoviendo la visión del ultraderechista Nigel Farage (UKIP) y publicando noticias falsas con titulares como "Ataques de la UE contra votantes catalanes maltratados".
El principal brazo mediático del Kremlin, Russia Today, ya es un actor de primera línea en la crisis catalana, como denunció Valcárcel. Situándose del lado del separatismo más tóxico, ha publicado y difundido artículos bajo títulos como "¿Por qué la OTAN no bombardea Madrid durante 78 días?", tergiversando la realidad y el relato y realizando peligrosas comparaciones (falsas) entre Cataluña y Kosovo y el resto de España y Serbia.