El sector ganadero de la Región de Murcia padece una serie de problemas que están poniendo en riesgo su continuidad y, con ello, el trabajo de los profesionales que se dedican a estas tareas.
Así lo explica Pablo Pedrero, representante del sector ganadero en la Federación de Cooperativas Agrarias de Murcia (Fecoam), para el que "es una lástima ver cómo está la situación en la Región. Las administraciones nacional y regional tienen que apostar más por el sector" porque, a su juicio, corre el riesgo de desaparecer.
Asimismo, lamenta que "la política agraria no ha sido consciente de las necesidades concretas de la ganadería en esta zona". Esta situación ha perjudicado a la economía pero también a aspectos como la sostenibilidad del ecosistema ya que "en casos como el pastoreo, que beneficiaba al estado de los montes, prácticamente ha desaparecido, aumentando el riesgo de incendios".
En el caso de las explotaciones porcinas, se ha acentuado en los últimos años un cambio significativo en la forma de producción, ya que muchas de las pequeñas granjas existentes se han tenido que integrar en grupos empresariales más grandes para poder subsistir.
La integración de las explotaciones porcinas en otras empresas ha hecho que la figura del ganadero como tal desaparezca, convirtiéndose en asalariados de los grandes grupos comerciales.
Así, su papel pasa por facilitar sus instalaciones y la mano de obra. La empresa principal pone los animales y paga a los ganaderos en función de los animales que cría.
Esta situación, junto al elevado precio de los seguros y la falta de relevo generacional, son los principales retos a los que se enfrentan los ganaderos murcianos.
El seguro agrario para explotaciones ganaderas tiene como función cubrir la retirada de los animales muertos en la explotación y las pérdidas ocasionadas por serie de situaciones como puede ser la muerte masiva de ganado por determinadas circunstancias.
Pero este seguro no es obligatorio, al contrario de lo que ocurre con la gestión de la retirada y los residuos. En el caso de las explotaciones integradas en grandes grupos empresariales, son los pequeños ganaderos quienes deben asumir el pago de la retirada, aunque no sean los propietarios de los animales.
Anteriormente este seguro estaba subvencionado desde la Administración, por lo que muchos profesionales lo contrataban pero, en la actualidad, el elevado precio hace que muchos ganaderos paguen únicamente en el momento de retirar los cadáveres, ya que resulta más barato.
Pedrero denuncia que "es incomprensible que el coste de la retirada de animales dentro de una póliza sea más elevado que si se negocia por separado, lo que supone un riesgo". "Se necesita recuperar el seguro a un precio asequible y que dé la garantía y tranquilidad de cubrir otros percances", asegura el representante del sector.
Otro problema es la falta de relevo generacional, ya que los jóvenes no quieren seguir con ese trabajo porque "es muy sacrificado y con un futuro muy incierto". Además, "las ayudas por parte de la Administración para la incorporación de nuevos ganaderos al sector no son suficientes, por lo que no hay incentivos", añade el representate de Fecoam.