Se destinan 933.000 euros a esta medida, que pretende animar a las empresas a consolidar la situación laboral de trabajadores jóvenes
La Consejería de Desarrollo Económico, Turismo y Empleo, a través del Servicio Regional de Empleo y Formación (SEF), ha lanzado una ayuda de 6.000 euros a las empresas que conviertan el contrato formativo de uno de sus trabajadores en un contrato indefinido a tiempo completo. Esta conversión afecta tanto a contratos de formación y aprendizaje como a contratos en prácticas, ambos temporales, de los que se benefician mayoritariamente jóvenes.
La convocatoria, que se publicó en el BORM, también recoge una ayuda de 3.000 euros cuando el nuevo vínculo sea un contrato indefinido a tiempo parcial. Las empresas de la Región de Murcia pueden acogerse a estas ayudas hasta el 16 de octubre de este año, y disponen de un plazo de presentación de solicitudes de quince días a contar desde la fecha en la que se produzca la conversión.
La Comunidad destina 933.000 euros a esta medida, que pretende animar a las empresas a consolidar la situación laboral de estos trabajadores, generalmente jóvenes. Además, estas ayudas son compatibles con bonificaciones de la Seguridad Social, que varían en función de si el contrato objeto de conversión es de formación y aprendizaje o en prácticas.
Con respecto a estas nuevas ayudas, el director general del SEF, Alejandro Zamora, subrayó que "se trata de una línea de subvenciones que apuesta claramente por la calidad en el empleo. Los principales esfuerzos del Gobierno regional están centrados en los desempleados, pero también queremos que, a través de este tipo de ayudas, estas personas que cuentan con un contrato temporal puedan dar un paso más en su estabilidad laboral, y alcancen un contrato indefinido".
Contratos formativos: oportunidad de primer empleo
Los contratos de formación y aprendizaje se establecen en base a acuerdos a los que llegan las empresas con aquellos trabajadores jóvenes que desean adquirir experiencia remunerada en un oficio o ejercer las funciones de un puesto para el que todavía carecen de formación adecuada.
Una de las ventajas de este tipo de contrato es que posibilita que los jóvenes que carecen de formación específica para un determinado trabajo puedan acceder a su primer empleo, recibiendo al mismo tiempo formación teórica y práctica.
El contrato en prácticas, por su parte, exige que el trabajador que se va a contratar ya cuente con una titulación oficial. En este caso, el objetivo no es únicamente el de adquirir experiencia en un trabajo específico, sino también que esa experiencia actúe sobre los estudios cursados.
Mientras que el contrato de formación y aprendizaje está restringido a menores de 25 años, el contrato en prácticas no tiene limitaciones de edad, si bien la mayoría de sus beneficiarios son jóvenes que acaban de obtener su titulación.