La situación es desesperante: paralización y "cuelgues" constantes del sistema, lentitud exasperante, duplicidad del trabajo en papel y digital, cambio constante en los programas y aplicaciones, extravío de documentación remitida por vía telemática, fallos continuos en ordenadores, escáneres, sistemas de grabación y otros dispositivos, constituyen la verdadera realidad que el Ministerio de Justicia se niega tozudamente a reconocer y, por tanto, a dar las soluciones necesarias.
Todo tiene un límite y el personal empieza a decir basta. Se hicieron actos reivindicativos a lo largo de todo el territorio que es competencia del Ministerio de Justicia (Comunidades de Baleares, las dos Castillas, Extremadura, Murcia y las ciudades de Ceuta y Melilla) con concentraciones de empleados y empleadas públicas de justicia a las puertas de los Juzgados de Burgos (14 de marzo), Valladolid, Salamanca, Soria, Murcia, Cartagena y León (15 de marzo) y Segovia (23 de marzo), que se extenderán en sucesivas fechas y en los que vamos a exigir las mejoras necesarias en medios personales y materiales, la negociación de las nuevas condiciones de trabajo y un calendario de implantación del expediente digital razonable y paulatino que permita ir solucionando los problemas que se vayan produciendo.
La necesaria implantación de las nuevas tecnologías exige para CCOO la dotación de los medios necesarios y la participación de las personas que van a utilizarlas, único camino para dar a la ciudadanía el servicio público de la Administración de Justicia que merece, adaptado al siglo XXI y que supere el tradicional abandono y desatención que ha venido sufriendo durante toda la etapa democrática.