El trabajo concluye que el portainjerto no solo aporta mejora sanitaria frente a nematodos, sino que aumenta la producción del cultivo y, por lo tanto, la rentabilidad obtenida

El artículo 'Injerto en pimiento: beneficios y rentabilidad de su uso', publicado en la Revista de Información Técnica y Económica Agraria (ITEA), del que son autores Josefa López-Marín, Amparo Gálvez, Ignacio Porras investigadores del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), y José Manuel Brotons-Martínez, de la Universidad Miguel Hernández, ha obtenido el Premio Prensa Agraria 2016, que concede la Asociación Interprofesional para el Desarrollo Agrario (AIDA).

El cultivo de pimiento en invernadero, con 1.300 hectáreas, es el más importante que se realiza bajo estructuras protegidas en la Región de Murcia. Gran parte de su volumen productivo se destina a la exportación.

Para ello es necesario superar técnicamente las dificultades que conlleva que su fase productiva se prolongue con exceso en la época estival, cuando las plantas se ven sometidas a la presión de estreses abióticos, en especial térmicos, a los que hay que añadir los bióticos, derivados de su práctica habitual como monocultivo, en su mayoría patológicos.

Aunque la mejora genética ha optimizado mucho la conducta de las variedades comerciales actuales de pimiento, el proceso de inducción de tolerancias o resistencias en estos tipos de estrés es lento y complejo, de ahí que se haya considerado la aplicación de técnicas de cultivo utilizadas en otras hortalizas para otros fines, como la del injerto, para superar estos problemas, que son potencialmente factores limitantes del cultivo.

La gran competencia comercial que existe en los mercados internacionales obliga a analizar continuamente los factores de rentabilidad del cultivo, lo que implica que cualquier innovación tecnológica deba ser estudiada para ver los beneficios económicos generados y los costes que supone su introducción.

Objetivos del trabajo

El trabajo premiado se ha centrado en el estudio de la viabilidad económica y rentabilidad del cultivo de pimiento empleando la técnica del injerto. Para ello se utilizaron tres portainjertos (Atlante, Creonte y Terrano), en los que fue incorporada la variedad de pimiento 'Herminio', comparándose su respuesta con los de plantas de esta variedad no injertadas, plantadas en suelo biodesinfectado y suelo sin desinfectar. Se controló la producción y se valoró económicamente en función de los precios medios del observatorio de precios del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente desde 2004 a 2014.

Los resultados obtenidos muestran que las plantas injertadas tienen una mayor producción, lo que permite obtener rendimientos positivos pero con costos superiores, cosa que no sucede en las variedades sin injertar (con costos próximos a cero si se biodesinfectó el suelo y negativos si no se biodesinfectó).

El análisis de sensibilidad permite concluir que los rendimientos obtenidos son positivos en más del 95 por ciento de las ocasiones en las variedades injertadas, mientras que en las sin injertar, pero con el suelo tratado, éste no supera el diez por ciento; y en las plantas sin injertar y sin tratar, sólo en el uno por ciento de las ocasiones el rendimiento es positivo.

El trabajo, según la doctora López-Marín, concluye que el portainjerto no solo aporta mejora sanitaria frente a nematodos, sino que aumenta la producción del cultivo y por lo tanto la rentabilidad obtenida.