La carencia de autorización para trasportar alumnado, circular sin el seguro obligatorio de accidentes, e incluso, carecer de permiso de conducir, algunas de las irregularidades sancionadas por tráfico tras una campaña de especial vigilancia desarrollada la semana pasada.

Tras conocerse los resultados de la campaña de "especial vigilancia" desarrollada por la Jefatura Provincial de Tráfico sobre los vehículos dedicados al transporte de escolares, CCOO Enseñanza reclama a la Consejería de Educación explicaciones por la situación detectada y una revisión del conjunto de la flota destinada al transporte de menores en la Región.

Tráfico ha informado que ha inspeccionado 36 autobuses dedicados al transporte escolar, de los que 17 (casi la mitad) han debido ser sancionados. 16 de ellos por carecer de autorización para realizar tareas de transporte escolar (lo que resulta más que sorprendente en vehículos destinados precisamente a esta labor). 3 de éstos por circular, además, sin el preceptivo seguro obligatorio (lo que supone una inaceptable situación de riesgo del alumnado transportado), e incluso se ha puesto una multa por carecer de permiso de conducir. Los autobuses sancionados han sido multados también por otros motivos que afectan a la seguridad como el estado deficiente de las puertas de servicio y emergencia (dos casos) o superar el tiempo de conducción (otros dos casos).

CCOO Enseñanza denuncia que la situación destapada por la información de Tráfico pone de manifiesto una realidad inasumible (4 de cada 9 autobuses de transporte escolar circulan incumpliendo las normas y poniendo en peligro a los menores transportados) y exige a la Consejería la revisión inmediata de todos los contratos de concesión de transporte escolar, la revisión de la totalidad de los vehículos y la comprobación de que vehículos y conductores reúnen todos los requisitos para prestar el servicio en las debidas condiciones de seguridad y calidad.

Par CCOO Enseñanza estos hechos cuestionan gravemente la engañosa y permanente campaña autopublicitaria de la Consejería de Educación y dejan al descubierto un notable grado de descontrol y falta de rigor en aspectos que afectan gravemente al alumnado, a su seguridad y a la calidad de los servicios.