Bullas

Martínez-Cachá subraya que las últimas lluvias "podrían mejorar la previsión de cinco millones de kilos de uva para 2015 en la denominación de Bullas"

La consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente asiste a la toma de posesión del nuevo presidente de la Denominación de Origen Protegida Bullas

Las diez bodegas inscritas comercializaron en la última campaña más de un millón de botellas con la etiqueta de Marca de Calidad Diferenciada

La consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, indicó hoy en Bullas que "gracias a las lluvias de los últimos días, la cosecha prevista para el 2015 podría mejorar las previsiones de cinco millones de kilos de uva en la zona de la Denominación de Origen Protegida Bullas".

Martínez-Cachá, que asistió esta tarde a la toma de posesión del nuevo presidente de la Denominación de Origen Protección Bullas, Francisco Carreño Sandoval, apuntó que "ya se han arrancado unas 40 hectáreas en el ámbito territorial de la DO, por lo que esperamos que sea real esa mejora de la campaña".

La Denominación de Origen Protegida Bullas abarca una superficie de 2.300 hectáreas de viñedo, y concentra a unos de 380 viticultores en los municipios de Bullas, Cehegín, Mula, Ricote, Pliego, Calasparra, Caravaca de la Cruz, Lorca y Moratalla.

"La producción de uva anual en la zona ronda los 6.500.000 kilos de uva en una campaña normal, una cifra que nada tiene que ver con la de la campaña anterior, de 2.500.000 kilos, fruto de la extrema sequía", dijo Martínez-Cachá. La consejera recordó que el Registro de Bodegas de la DOP Bullas cuenta con diez bodegas inscritas, que comercializaron en la última campaña 1.100.000 botellas de vino con la etiqueta de Marca de Calidad Diferenciada DOP Bullas.

Inicio de la vendimia

La pasada semana comenzó la vendimia con variedades blancas (Macabeo), algo de Merlot y Cabernet. También de la variedad Tempranillo por la zona del Valle del Aceniche y un poco de Syrah.

El área geográfica de la DOP Bullas, en el noroeste de la Región, es una zona montañosa con una altitud de entre 400 y 900 metros. Sus condiciones climáticas y edáficas son óptimas para el cultivo del viñedo de calidad y, en concreto, para el desarrollo de la variedad Monastrell, base de esta DO, excelentemente adaptada a las condiciones del medio y que aporta características de frutosidad a sus vinos.

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