La conocen como la Frida Khalo de la música. Por sus poros se respira pura mexicanidad. Lila Downs vuelve a La Mar de Músicas, festival que la trajo por primera vez a España en 2002. Actúa mañana sábado 18 de julio, en el que será su primer concierto de la gira de presentación del disco "Balas y Chocolate" en España. La jornada se completará con las actuaciones del cantautor James Vincent McMorrow, los marchosos Kuenta i Tambú, y el ganador del programa Vis a Vis de Casa Africa Noumoucounda Cissoko. La Noche del periódico La Verdad.
Lila Downs irradia una mexicanidad tan premeditada como innata y trae a la mente el colorido imaginario de una Frida Kahlo musical. Y al igual que Chavela, la cantante emula el talante provocador y el atuendo indigenista de la pintora. Hija de una indígena mixteca (etnia del sur de México) y de un cineasta de Colorado (Estados Unidos), por sus venas corre sangre de dos culturas aparentemente inconciliables. Su herencia y su formación es claramente mestiza: estudió música en Oaxaca y antropología en Minnesota, su madre la enseñó a amar la tradición mexicana y su padre le abrió las puertas al mundo de los clásicos como Bob Dylan y John Coltrane. Resultado de todo ello es un estilo ecléctico que funde melodías del norte y del sur como la ranchera, el son, el jazz e incluso el hip-hop, pero cuya temática es rotundamente mexicana. Aunque comenzó a cantar en los años ochenta, la fama tardó en llegar. Ella misma reconoció que, durante años, fue demasiado gringa para el gusto mexicano y demasiado morena para triunfar en Estados Unidos.
En 2001 por fin consiguió saborear el éxito internacional con su disco La línea/Border, inspirado en la cultura norteña y en las grandes figuras de la canción popular latinoamericana como Lucha Reyes, Amparo Ochoa y Mercedes Sosa. El mundo no hispano la conoció en el año 2003, cuando saltó al escenario de los Oscar junto al brasileño Caetano Veloso para interpretar el tema principal de la película Frida: Burn it blue. Desde entonces el público de Europa y América no ha dejado de conocer la virtuosa voz de Lila, su formidable capacidad de pasar del agudo al grave y el sentimiento puesto al límite en cada canción. Ana Lila Downs Sánchez comenzó a acaparar portadas. Los medios se refirieron a ella como El Tesoro de México, la Frida Kahlo de la música y sobre todo como la heredera de Chavela Vargas. En el año 2007 sufrió uno de los peores golpes de su vida. Al igual que le pasó a Frida Kahlo, los médicos le anunciaron que no podría tener hijos. Pensó que la tristeza ya no la abandonaría jamás. Salió del paso, ayudada por su madre, su curandera y su pareja de siempre, el compositor y saxofonista newyorkino Paul Cohen, con quien finalmente adoptó un niño. Es sin duda una de las artistas más importantes de la música popular latinoamericana. Viene de nuevo a La Mar de Músicas, no lo hacía desde 2007, a presentar su último disco Balas y Chocolate, álbum dedicado a la celebración del Día de Muertos, pues refleja la manera en que los mexicanos, y algunos latinoamericanos, conciben la partida del mundo terrenal: con gracia, alegría, folclore e incluso, picardía.
Antes que Lila Downs suba al escenario del Parque Torres actuará el cantautuor irlandés James Vincent McMorrow. En el último año y como el que no quiere la cosa, James Vincent McMorrow se ha convertido en el cantautor irlandés de moda, el único capaz de disputar el trono a Damien Rice. Su voz aguda y unas letras cargadas de tristeza y melancolía pronto le colocaron la etiqueta del "Bon Iver europeo". A principios de 2014 veía la luz Post tropical, un segundo trabajo donde su pop-folk se ha teñido de ritmos más electrónicos y en el que se encuentra Glacier, el emotivo tema que acompaña a anuncio de la Lotería de Navidad de este año. Quien lo ha visto en directo dice que es un exquisitez. Viene a La Mar de Músicas acompañado de su banda.
De madrugada, ya en el Castillo árabe será el momento de bailar apasionadamente con Kuenta i Tambú. Inspirado por la música tradicional afro caribeña de Curazao y la cultura europea, Kuenta i Tambú (también conocido como KIT) ha creado un nuevo sonido. Han sido capaces de encontrar un equilibrio entre los samples de corte electrónico y los ritmos contagiosos y bailables de los rituales ancestrales, como el tambú. Algunos lo llaman Global Bass, otros prefieren etiquetarlo Tambutronic pero una cosa es segura: se trata de una explosión salvaje de colorido y energía, y que siempre desencadena el baile. Kuenta i Tambú significa "Historias y Tambores" en el idioma Papiamentu, el idioma hablado en las islas de Curazao, Aruba y Bonaire (Antillas Holandesas). El grupo tiene su sede en Amsterdam y se formó en 2005 después de una serie de proyectos educativos en escuelas y teatros para introducir la música y la cultura de Curazao a los niños en los Países Bajos. Durante este periodo se compusieron sus primeras canciones, estableciendo el sonido y la identidad del grupo que hoy en día es conocido por sus shows llenos de energía, buen humor, ritmos hipnotizantes y la interacción entre miembros de la banda.
Noumoucounda Cissoko en la plaza del Ayuntamiento
A las 20 horas, en la plaza del Ayuntamiento y gratis actuará Noumoucounda Cissoko. El senegalés fue ganador en Dakar del programa Vis a Vis de Casa África el pasado febrero, programa en el que participa el festival. Cissoko nació en una familia de griots en Senegal. Su padre y miembro del conocido Teatro Nacional de Dakar, Bana Cissokho, le inculcó el amor a la kora, uno de los instrumentos tradicionales característicos de África Occidental. Su música se caracteriza por la fusión de sonidos tradicionales con los ritmos más actuales, como el mismo declaraba: "La kora es un instrumento tradicional, nacido en Senegal. Pero mi forma de tocar no es tradicional, está mezclada con un poco de todo […] mezclo cosas para que la sonoridad pueda ser comprendida por el occidental y por el africano, hay una mezcla para crear mi propio estilo".