Fernando Prats es uno de los artistas chilenos más reconocidos en la escena contemporánea internacional. Su obra, que siempre remite a zonas y situaciones extremas, fue aplaudida en la Bienal de Venecia. Presenta en La Mar de Músicas dentro del Especial Chile "Gran Sur". El montaje está conformado por dos obras: una intervención en torno al impacto de la erupción volcánica en Chaitén (2008); una serie de piezas alusivas al terremoto en la zona centro sur de Chile (2010). La exposición estará abierta hasta el 30 de agosto en el Palacio Consistorial de Cartagena.
Prats produce imágenes a partir del humo, por medio del cual consigue sedimentar fenómenos naturales como el agua propulsada por un geiser o la superficie de un inmenso glaciar. Su técnica ha sido destacada por personajes de la talla del teórico francés Paul Ardenne quien incluyó hace muy poco la obra de Fernando Prats en una exposición en el Espace Louis Vuitton de París, resaltándolo por haber iniciado "una forma inédita de pintar".
Sus acciones o expediciones, como las llama lo han llevado a realizar su arte en regiones extremas: estuvo en las zonas más afectadas por el terremoto de febrero 2010; en Chaitén, tras la erupción del volcán, y en los géiseres del Tatio en el desierto de Atacama. La conexión con Chile es imprescindible en su obra, aunque hace más de 20 años vive y trabaja en Barcelona. Hoy, su obra es reconocida a nivel mundial por el rigor con el que refleja la realidad chilena condicionada por sus diferentes aspectos geográficos, a través de videos, fotografías y planos.
Fernando Prats recorrió durante ocho días, tras el terremoto chileno de 2010, la zona entre Llolleo y Lota, con papeles sensibles de gran formato que puso en contacto con grietas en carreteras y fachadas de casonas de adobe. Así, esas telas fueron pintadas directamente por la fuerza de la naturaleza manifestada en esos materiales, sin que el artista interfiriera. La propia naturaleza era la que dibujaba en forma abstracta. Prats también les pidió a las propias víctimas del terremoto que hicieran sus capturas de huellas a través de papeles neutros y registró esas intervenciones en fotografía y video.
De la obra de Fernando Prats se ha dicho que "son de una hermosa locura", de una estética que supera lo imaginable y que al margen de la curiosidad que generan contienen un mensaje que invita a reflexionar acerca del mundo que estamos pisando y lo que estamos haciendo con él. Prats es un artista contemporáneo que cuestiona los usos y medios del arte. En concreto, investiga las transformaciones sufridas por la materia al entrar en relación con los procesos intangibles de la creación artística.
Prats es un artística físico, su obra que nace las más de las veces a nivel conceptual en cuestiones históricas traslada su campo de acción in situ, a los lugares protagonistas de los hechos. Observa, recoge muestras e ideas. De ahí arranca sus materiales y su registro a los que sigue el proceso para darles diversos formatos. Son obras para ser vistas, sea cual sea la forma que finalmente tomen; él se considera pintor por la forma tan visual que tiene de comprender, metabolizar y plasmar sus proyectos y obras. Fernando Prats se comporta como un chamán creando sus propios ritos testimoniales, acercándose a los lugares en que todo lo que había ha perdido la forma, ha cambiado su aspecto e incluso desaparecido, buscando "imprimir" lo que dejó el paso de lo invisible.