Los montes de nuestro país han comenzado el verano con mal pie. Varios incendios y áreas en alerta roja por el alto riesgo han inaugurado la temporada estival. Por ello, FITAG UGT exige que las Administraciones pongan todos los medios necesarios de vigilancia y extinción, para evitar que este 2015 sea recordado por los incendios.
Ha sido especialmente destacable el incendio que se desató el pasado viernes en el Garruchal (Murcia), que se ha cobrado unas 50 hectáreas de monte, y que no ha sido aún peor gracias a la eficaz movilización de los equipos de emergencia. No obstante hay indicios de que el incendio ha sido provocado, ya que tenía tres o cuatro focos, todos cercanos a la carretera.
Los incendios provocados en un alto porcentaje están motivado por intereses económicos, a partir de la recalificación de terreno tras un siniestro. La nueva Ley de Montes, lejos de proteger al medio ambiente de este peligro, autoriza la recalificación de terrenos, lo que fomenta la tentación de provocar un devastador incendio para dar un nuevo uso a un terreno, con fines puramente lucrativos. Antes de su aprobación, FITAG UGT advertía que esta Ley de Montes daba carta blanca a la especulación, y por desgracia ya se están viendo los resultados.
Durante este fin de semana también se han producido otros dos incendios en Galicia, y uno más en Granada. Ante estos datos, FITAG UGT se ve en la obligación de advertir sobre el alto riesgo de incendio que existe este verano. Las altas temperaturas que se esperan, y la falta de prevención y limpieza de montes durante el último invierno, pueden aumentar el peligro. Recordamos que el presupuesto en prevención de incendios ha sido recortado hasta en un 60% en algunos casos, y cada vez hay menos trabajadores y recursos empleados en esta labor.
Por estos motivos hacemos un llamamiento a todas las administraciones, para que refuercen los medios de prevención y extinción de incendios, y se conciencien de que el fuego del verano se apaga con la prevención en invierno.
Por último, se han contabilizado ya muchos casos de incendios provocados por cosechadoras y maquinaria agrícola. Por ello, proponemos que se establezca un protocolo de comunicación y vigilancia cuando estas labores se vayan a realizar, para poder reaccionar con más rapidez y eficacia en el caso de que la maquinaria pueda generar algún fuego accidentalmente.