El consejero de Fomento, Obras Públicas y Ordenación del Territorio, Francisco Bernabé, afirmó en su pregón de la Semana Santa de Alumbres, pronunciado ayer en la iglesia parroquial de San Roque, que el pueblo "es el verdadero corazón de la Semana Santa, porque sin éste y sin su sentimiento, la Semana Santa no tendría existencia definida, ya que carecería de ese aliento humano y cálido del que la ceremonia se reviste".
"Y el sentimiento popular no es una virtud que se improvise, sino que viene de lo hondo del individuo y del tiempo, para cuajar en tradiciones, costumbres y anhelos que forman el alma misma del pueblo", indicó.
Bernabé dijo sentirse feliz por pregonar a la Virgen de la Caridad de Alumbres "precisamente cuando la Iglesia Diocesana de Cartagena celebra el Año de la Caridad", motivo al que añadió el sentimiento de gratitud por haberle nombrado pregonero, su condición de portapasos de la Virgen de la Caridad de La Unión, y el hecho de que sus padres fueron profesores en el instituto del desaparecido Poblado de la refinería de Escombreras, de cuya iglesia llegó a Alumbres la talla de la Virgen cuando fue demolido el templo, hace quince años.
Por todo ello, el pregonero aseguró que la experiencia de pregonar se convertía "en un verdadero acontecimiento, que traspasa de largo el ámbito normal de las emociones".
Durante su intervención en el pregón de la Semana Santa de esta diputación cartagenera, Bernabé resaltó asimismo que "el discurrir de la Virgen de la Caridad por el pueblo, escoltada por sus alumbrantes, es la pública expresión de las verdades de nuestra fe, como es la manifestación plástica del lema adoptado por la cofradía en este décimo quinto aniversario de la llegada de la imagen a Alumbres: Caminando junto a la Madre".
Igualmente, el pregonero destacó de la procesión del Viernes de Dolores de Alumbres que "en ese sólo trono y con esa sola escena, quedan compendiados los grandes mensajes de la Redención: la Muerte de Cristo por amor, para liberar a la humanidad de las cadenas del pecado; la Mediación de María, corredentora, para alcanzarnos la salvación; y el Triunfo de la Cruz, transformada de instrumento de martirio en signo de victoria".
Fe, trabajo y diligencia
Evocó Bernabé la figura del fundador de la población en tiempos de Carlos V, Francisco de los Cobos y Molina, y usó el lema que figura en su sepulcro, 'La fe, el trabajo, y la diligencia dan estas y mayores cosas' para ensalzar el trabajo de quienes forman la Cofradía de la Virgen de la Caridad por engrandecer su procesión y sumar otras, como la del Cristo Cautivo, el Lunes Santo, y el vía crucis del Cristo de la Agonía, el Viernes Santo.
El titular de Fomento aseveró que "la Semana Santa no se vive igual sin procesiones, porque la presencia de las imágenes sacraliza el espacio urbano y los tronos se convierten en altares ambulantes que salen al encuentro de los fieles para rememorar los sagrados misterios de nuestra fe".
Terminó el pregonero advirtiendo de que "al final, lo que hará grande nuestra Semana Santa será la forma en la que la vivamos en nuestros corazones; el modo en que interioricemos el rito y la costumbre; y, sobre todo, lo que hará productiva nuestra participación en las procesiones, para acompañar a la Virgen de la Caridad, al Señor Cautivo y al Cristo de la Agonía, será la convicción plena de que esta muerte da fruto de Resurrección y de Vida".