Debido a que la incesante sequía que padecemos no cesa y siguen sin producirse precipitaciones de importancia en nuestra región para poder aliviar la situación que padece el cultivo del almendro, el pasado día 4 de junio, el Grupo de Trabajo de Frutos Secos de la Región de Murcia mantuvo una reunión con Antonio Cerdá (consejero de Agricultura y Agua), Francisco Moreno (secretario general de la Consejería de Agricultura) y Ángel García Lidón (director general de Industria Agroalimentaria y Capacitación Agraria), en la que se nos informó de las medidas que se están planteando por parte de las administraciones para reducir el impacto que la sequía está provocando en el cultivo del almendro.

En concreto se plantearon medidas como la reducción de los módulos al sector, la apertura de créditos con avales asumidos por SAECA, la agilización del pago de las indemnizaciones de los seguros agrarios, posibilitar riegos de emergencia entre otras, así como el establecimiento de ayudas a la reconversión de las plantaciones de frutos secos.

Desde el sector le solicitamos al consejero que, con el objetivo de corregir los graves efectos que la muerte de los almendros está ocasionando sobre la economía de las comarcas y sobre el medio ambiente por el arranque y el posible abandono de explotaciones, es imprescindible que se articulen medidas para la reposición de los árboles secos, que deben ser independientes de las ayudas a la reconversión planteadas por el Ministerio dirigidas a la mejora de la producción, adaptación al mercado, etc.

También se le trasladó la preocupación existente ante el supuesto conocimiento del uso de sistemas antigranizo, que en ocasiones están evitando que se produzcan precipitaciones en los lugares donde se emplean.

El cultivo de almendro es el que mayor superficie tiene en la Región de Murcia con 70.000 hectáreas, siendo la producción media de 8.000 toneladas de almendra en grano cada año, aunque esta campaña apenas se producirá por la grave situación que presentan los cultivos.

El cultivo del almendro se encuentra localizado en zonas marginales, de elevada pendiente, donde ningún otro puede desarrollarse. De ahí su gran importancia desde el punto de vista medioambiental, ayudando en la lucha contra la erosión, evitando el avance de la desertificación y, en ocasiones, sirviendo de cortafuegos ante los incendios forestales.