En la memoria de 2013 sobresale la consolidación del Programa de Atención Individualizada (PAI), del que se benefician 58 tutelados

La Fundación Murciana para la Tutela y Defensa Judicial de Adultos tuteló en 2013 a un total de 558 personas incapacitadas legalmente y cuya tutela le ha sido adjudicada a la Comunidad Autónoma por la autoridad judicial al carecer de familia o personas que se responsabilicen de ellas.

En la memoria de actividades de la Fundación, que hoy fue presentada en la reunión del Patronato de la misma, que preside la consejera de Sanidad y Política Social, Catalina Lorenzo, se expone que, con respecto a 2012, el porcentaje de tutelados ha crecido un 17,47 por ciento. Es decir, que se asumieron 83 nuevas tutelas, de las que 56 se corresponden con personas ingresadas en residencias, mientras que el resto permanecen en sus propios domicilios.

Las causas de la incapacitación son por discapacidad intelectual moderada o profunda (21 por ciento), enfermedad mental crónica (38 por ciento) y demencias (24 por ciento), y un seis por ciento en los que concurren varios de estos factores.

Del total de adulos tutelados por la Comunidad, el 73 por ciento no supera los 65 años, por lo que el trabajo que se desarrolla con estas personas está encaminado a reforzar y mejorar todas las áreas de sus vidas, desde las habilidades sociales, la afectividad, el ocio y el tiempo libre, la inserción social y laboral y la atención sanitaria, entre otras.

Programa individualizado

La Fundación tiene en marcha, desde 2008, un Programa de Atención Individualizada (PAI) para sus tutelados, del que, en 2013, se beneficiaron un total de 58 personas, en su mayoría hombres (36). Por edades, 46 usuarios tienen entre 35 y 60 años, ocho entre 18 y 35 y cuatro son mayores de 60 años.

El objetivo del PAI es atender a aquellas personas que mantienen ciertas capacidades y que pueden continuar viviendo en su domicilio habitual, lo que permite continuar relacionándose con los recursos socio-comunitarios de su zona y les genera un importante beneficio.

Las personas que forman parte de este programa tienen discapacidad intelectual (22) o una enfermedad mental (30) que se trata de manera ambulatoria, reciben apoyos puntuales y cuentan con la supervisión de los centros de salud y los centros de salud mental de su área. También hay seis beneficiarios del PAI que presentan enfermedad mental y discapacidad intelectual conjuntamente.

La Fundación Murciana para la Tutela y Defensa Judicial de Adultos se creó en el año 2002 y desde entonces viene desarrollado su trabajo en una doble vertiente de protección, por un lado procurando la atención a la personas y, por otro, la más adecuada gestión de su patrimonio, bajo la supervisión del Ministerio Fiscal.