Más de la mitad del presbiterio de la Diócesis de Cartagena ha participando esta mañana en el retiro de Cuaresma impartido por Mons. José Manuel Lorca Planes y que se ha realizado en el santuario de la Fuensanta. Pasadas las 10:30 horas, los más de 200 sacerdotes que han acudido al retiro rezaban juntos la oración de Tercia y después el Sr. Obispo se dirigía a ellos para hablarles de la importancia del sacerdote en el mundo actual.
El tema central del retiro ha sido la acedía de la sociedad, la tristeza y pereza del mundo de hoy, y de cuál es el papel del sacerdote. Mons. Lorca Planes ha identificado la acedía como el “mal de la civilización moderna” y ha asegurado que, en ocasiones, no permanece ajena a la Iglesia. “Nuestro ministerio como sacerdotes no es un ministerio de rupturas, sino de reconciliación, estamos llamados a la reconciliación de una cultura que se muestra intolerante con Dios”.
El Sr. Obispo ha identificado esa acedía como el pecado frontal al que la salvación viene a poner remedio, “su culminación es el odio a Dios; el enfriamiento del fervor de la caridad; una aversión y negación ante lo espiritual, ante la preocupación por lo exterior y lo mundano”. Además ha recordado la importancia de la oración, de aprender a confiar siempre en Dios, del sacramento de la penitencia, de realizar ejercicios espirituales, de participar en la formación permanente y en las reuniones de zona, en definitiva, les ha alentado a fortalecer la relación con Dios y con los demás, “somos una familia, la familia del presbiterio diocesano, nuestro centro es Cristo”.
Para finalizar, Mons. Lorca Planes ha comentado ante los sacerdotes las palabras que el Papa Francisco les dirigió a los obispos en la Visita Ad Limina que se realizó hace unas semanas: “nos recordó que teníamos que estar muy cerca de la gente, realizar la ‘pastoral de la oveja’, escuchar y estar cercanos a las necesidades de los que nos rodean”.
Tras el retiro, se ha expuesto el Santísimo y los sacerdotes han tenido media hora de oración personal y después han podido confesar.