El restaurante del Real Casino de Murcia recibió anoche el Premio Mursiya Mezze que otorga el club gastronómico Murcia Gourmet, que entregó tan prestigioso galardón en una cena de gala servida en el emblemático edificio de la capital murciana.
El Real Casino recoge así el testigo de Collados Beach, que lograra en su pasado edición este galardón que cumple este año su octava edición y pretende premiar la labor de los profesionales de la hostelería de la Región de Murcia.
El gerente del restaurante, José Manuel Sánchez, y su chef, Francisco Manuel Reyes, recogieron al alimón este premio, que otorgan los miembros del club de acuerdo a criterios de valoración como la presentación de la mesa, el ambiente del establecimiento, el servicio, la materia prima, el maridaje o la complejidad de los platos.
El evento comenzó a las 21 horas en el patio del Casino, donde se sirvió una copa de cava Juvé y Camps rosado a modo de bienvenida. Ya en el interior comenzó el acto protocolario de entrega del premio, que condujo el socio del club Santiago Corrales y contó con las intervenciones del presidente de Murcia Gourmet, José Ramón Sánchez; el presidente del Casino, Juan Antonio Megías; y el director general del Instituto de Turismo, Enrique Ujaldón. En el evento estuvieron también presentes los socios de honor de Murcia Gourmet Pachi Larrosa e Ismael Galiana.
Carrasco agradeció la implicación de los socios del club, "que desde 2006 colaboran en la tarea de promocionar la cocina regional y que, con total independencia, realizan luego las valoraciones que han declarado al restaurante del Real Casino como el mejor de la pasada anualidad". El restaurante galardonado obtuvo una puntuación de 8,30 en la valoración global.
Megías destacó que poco a poco la gastronomía regional "deja de ser desconocida" y ensalzó al restaurante del Casino, "donde se produce una fusión de lo bueno y lo mejor para disfrute de los murcianos". Por su parte, Ujaldón subrayó que "en los últimos diez años ha mejorado mucho la calidad y el servicio en los restaurantes de la región, lo que hace que el sector esté en general mucho mejor".
El menú comenzó con un foie de pato en macaron de especias con crema de pera y un choricito de vieira y gamba con ketchup de zamburiñas, bocados maridados con Pazo das Bruxas, un Albariño.
Después, una ventresca confitada con virutas de Idiazábal y emulsión de piquillo y una soberbia merluza sobre fondo de tomate asado, piñones y brotes tiernos. El caldo que acompañó estos platos fue un Borgoña (Ardeche, Louis Latour, Chardonnay).
Para terminar, un secreto de angus en wok de verduras y setas con teriyaki servido con un tempranillo de Tierra de Castilla. Mango al aroma de azafrán sobre esponja de praliné puso el broche dulce al menú.