El líquido de los frenos se debe cambiar cada dos años y comprobar que se encuentre dentro de los límites marcados en la cubeta

La Consejería de Industria, Empresa e Innovación, a través de la Dirección General de Industria, Energía y Minas, ofrece una serie de advertencias para viajar de forma segura en el vehículo particular estas navidades. El director general, Pedro Jiménez, explicó que "la presión y el estado de los neumáticos, así como los frenos, son aspectos básicos que hay que revisar antes de realizar cualquier viaje de larga distancia", ya que, según apuntó, "solo uno de cada tres conductores suele revisar antes su coche".

Para evitar accidentes y averías durante el trayecto se aconseja revisar lo primero los frenos, tanto las pastillas, que deben comprobarse cada 30.000 o 40.000 kilómetros, como el líquido, cuyo cambio se recomienda cada dos años, para comprobar que se encuentre dentro de los límites marcados en la cubeta. Respecto a los frenos, Jiménez indicó que "se debe prestar especial atención y revisar si varía su trayectoria al accionarlos, si hay falta de potencia en el pedal o se enciende el testigo de este sistema, ya que indicará que el vehículo necesita una inspección inmediata".

Los neumáticos deben tener un buen estado para garantizar una buena adherencia a la calzada. Además, es preciso comprobar su presión cada cierto tiempo y cambiarlos cuando la profanidad del dibujo de la goma sea menor a 1'6 milímetros o hayan sufrido algún golpe. Una mala alineación de las ruedas afecta también al desgaste de los neumáticos.

Jiménez destacó que "si se va a llevar más carga de la habitual en el vehículo, se deben hinchar las ruedas en el límite superior marcado por el fabricante y colocar el peso de manera equilibrada entre los cuatro neumáticos". Asimismo, recordó la necesidad, antes de iniciar un desplazamiento, de cerciorarse de que se lleva el gato y la llave y comprobar la presión de la rueda de repuesto.

La falta de mantenimiento de los amortiguadores y de las suspensiones provoca que disminuya la estabilidad del coche y supone un motivo de accidente. "Por eso debemos revisarlos cada 20.000 o 30.000 kilómetros y cambiarlos cada 50.000 o 60.000 kilómetros", recordó el director de Industria. Además, añadió, "si observamos que el vehículo derrapa en los virajes, tiende a hundir la parte delantera en la frenada o tiene una mayor sensibilidad a los vientos laterales se deben revisar los amortiguadores", ya que pueden ocasionar desgastes irregulares en los neumáticos.

El último aspecto importante a tener en cuenta son las luces y con ello la visibilidad de nuestro vehículo, lo que supone que veamos bien y a su vez que seamos vistos. Todas las luces del coche deben ser revisadas, incluidos los intermitentes.

Además de los aspectos técnicos

No solo hay que revisar que el coche esté a punto mecánicamente, también es preciso comprobar que se viaja con la documentación del vehículo, así como la póliza de seguro, el justificante de pago, el libro de mantenimiento y el permiso de circulación en vigor del conductor. Asimismo, la ITV del coche debe estar pasada correctamente.

Otros objetos que deben estar a disposición del conductor en caso de accidente son el chaleco reflectante y los dos triángulos de avería homologados. Asimismo, se recomienda llevar en el coche una linterna, gafas de sol, agua y un parasol.