La arquitectura murciana está presente en el Mmod a través de dos obras que pretenden, por un lado, reflejar la realidad urbana y los fenómenos naturales asociados a la misma; y, por otro, procurar que los sentidos de los visitantes los guíen, a través de un laberinto, hasta realizar un descubrimiento.
El arquitecto Pablo Carbonell y el creativo intermedia Pedro Guirao han convertido el local del antiguo restaurante Hispano en un denso bosque de columnas de plástico que forman un espacio para ser recorrido, un pequeño laberinto que esconde un secreto en su interior. "'Made in Spain' es un lugar en donde nuestro sentido más desarrollado, la vista, deja de tener tanto protagonismo y, al perder la información visual como referente de nuestro posicionamiento, otros sentidos comienzan a ganar importancia, como el olor, el oído... Un sonido oculto en el corazón del laberinto nos atraerá hacia él. Este reclamo invisible se convierte entonces en casi nuestra única referencia y guía que marca el recorrido, no hacia una salida sino hacia un descubrimiento", han señalado.
En la plaza Julián Romea, Carlos Abadía, Ignacio Bautista y Pablo García, los arquitectos fundadores del estudio murciano Moho y de CartonLab, plantean un laboratorio escénico. Una galería urbana de múltiples configuraciones, capaz de servir como soporte para exposición de material fotográfico en colaboración con un colectivo de ilustración fotografía o moda.
"Tratamos de conseguir un elemento que interaccione con la luz y la materia, que a su vez sirva como soporte para otras actividades que se desarrollen durante el festival así como acciones espontaneas ciudadanas a lo largo de la semana", han afirmado. La pieza, realizada con 100 taburetes frosta, produce además un patrón de sombras y reflejos que evoluciona sobre el pavimento a lo largo del día y que intenta significar y evidenciar el paso del tiempo.