Los cachorros de lobos ibéricos (Canis lupus signatus) que habitan en el parque de naturaleza y animales Terra Natura Murcia han roto con la tradicional ordenación jerárquica de la manada para imponerse a su madre Tuala. Nymeria y Gaya se han saltado las normas que se establecen en la especie y tratan de hacer valer su dominio frente a esta hembra adulta. En este caso, la figura materna ha perdido peso para cederlo finalmente a los jóvenes cachorros.
Este cambio temporal en el comportamiento de ambas crías, que ahora tienen 18 meses de edad, se debe a que tuvieron que ser alimentadas a biberón necesariamente para que pudieran sobrevivir al sufrir su madre una mastitis, que le impidió proporcionarles leche materna y alimentarles de manera natural. Esta conducta permanecerá hasta finales de enero, momento en el que la época de celo concluye en la especie.
Al ser alimentadas con biberón, los cachorros no reconocen a la hembra como su progenitora, y la identifican como una hembra cualquiera con la que tienen que competir para convertirse en las hembras líderes del grupo. Ambas crías jóvenes solo muestran esta actitud con la hembra adulta, mientras que la supremacía del macho Bruce parece incuestionable dentro de la manada.
Esa transformación de la conducta de las hembras jóvenes se percibe en aspectos cómo que desplazan a Tuala de su zona de descanso y se adelantan a ella a la hora de la comida, un rito que sigue un estricto orden jerárquico. Además, acompañan este comportamiento con la muestra de su dentición y el levantamiento de su rabo, considerados como claros signos de dominación dentro de la especie.
La hembra adulta se muestra sumisa y solo se relaciona con los dos machos adultos. Normalmente, son una pareja de lobos adultos los que asumen el rol de jefes de la manada con el fin de controlar la reproducción, la alimentación y el cuidado de la prole. Una vez que se establece la jerarquía en una manada de lobos pueden producirse variaciones en función de las relaciones que mantienen los individuos del grupo.