El 2 de julio de 1838 se fundó el órgano de gobierno de los letrados, propiciado por la Regencia de la Audiencia Territorial de Albacete, que dirigió a los jueces de primera instancia de la provincia un comunicado instando a su creación
El Colegio de Abogados de Murcia celebra su 175 aniversario. Tal día como hoy, en 1838, se creó el órgano colegial de los letrados a instancias de la Regencia de la Audiencia Territorial de Albacete. Desde entonces, han regulado la profesión para garantizar la defensa y asistencia jurídica de los ciudadanos, colaborar con los poderes públicos en el desarrollo de la Justicia, así como asegurar el libre ejercicio de la profesión, entre otros.
Para conmemorar dicho aniversario, el Colegio ha organizado un acto solemne al que han asistido, entre otros, el decano del Colegio de Abogados de Murcia, Francisco Martínez-Escribano, acompañado de los miembros de la Junta de Gobierno, así como de diversas autoridades del mundo del derecho y la justicia en la Región, el presidente de la Audiencia Provincial, Andrés Pacheco; el teniente Fiscal de la Fiscalía de la CCAA, José Francisco Sánchez Lucerga; el secretario de Gobierno del TSJ, Luis Javier Parra García y el decano del Colegio de Procuradores, José Miguel Hurtado López.
La celebración ha comenzado con la jura de nuevos letrados entre los que se encontraban: Pascual Canales Moya, José María Cascales Templado, Noel Devesa Gómez, Daniel Castelo Donat, Juan Antonio Cortes Requena, María Raquel García López, Isabel Godoy Ruiz, María del Carmen Gómez Blázquez, José González Martínez, Vanesa Cristina Leiva Barrocal, Francisco Javier González Motos, María Elisa Hernández Marín, Clara María Martínez Baeza, Andrés Martínez Palazón, Federica Pacella, Manuel Pérez López, Alba Pino Aparicio, Mercedes Rodríguez Marín, María Ángeles Rodríguez Muñoz, Antonio Ruiz Panales, Cristina Sánchez Angulo, Pablo Pérez Sola y Enrique Romero Cuello.
Poco después se han entregado las medallas al Mérito en el Servicio a la Abogacía, concedidas por el Consejo General de la Abogacía, a petición del Colegio de Abogados de Murcia, a Pascual López Ibáñez y a Francisco Pravia Gómez, por la trayectoria profesional y sus cualidades como letrados de la corporación. Entre otros reconocimientos destaca que ambos tienen en su haber la Cruz Distinguida de Primera Clase de la Orden de San Raimundo de Peñafort, otorgada por el Ministerio de Justicia, así como la medalla de oro del Colegio de Abogados de Murcia.
En la clausura del acto, Francisco Martínez-Escribano, ha destacado la importancia del Colegio en la defensa de los derechos así como garante de la asistencia jurídica de los ciudadanos, y como ejemplo de ello ha citado el trabajo que desarrollan los letrados en el Turno de Oficio. Además, se ha referido a la labor del órgano colegial como control deontológico de la profesión y ha reseñado el trabajo que desarrollan en materia de formación continuada de los colegiados.
CONGRESO
El eje central de las celebraciones será el congreso conmemorativo que tendrá lugar los días 24, 25 y 26 de octubre en el Auditorio y Centro de Congresos Víctor Villegas. Tiene como principal objetivo debatir sobre el estado de la profesión tras 175 años de existencia del Colegio. Entre los temas que tratarán, destacados representantes abogacía, magistratura, medios de comunicación… cabría reseñar: abogacía y actuaciones judiciales en los medios de comunicación; Relaciones entre la Abogacía, Procuradores, Judicatura, Fiscalía, Administración de Justicia y Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado; y Turno de Oficio: el fin social de la abogacía".
HISTORIA
El 2 de julio de 1838, Víctor Vergara y Moñino presidió los actos de constitución del órgano colegial y se convirtió en el primer decano del Colegio. La primera sede del Colegio de Abogados de Murcia se ubicó, en 1877, en la casa número 2 de la calle San Antonio y el precio del alquiler ascendía a 1.500 pesetas, abonadas por el Ayuntamiento de la ciudad.
El 2 de enero de 1883, el Colegio se traslada a las dependencias de las nuevas Audiencias de lo Criminal, que ubicaron su sede judicial en el Palacio de Almudí. De allí, la sede colegial pasó en 1975 al nuevo Palacio de Justicia sito en Ronda de Garay de la capital murciana, donde tuvo ya una mayor disponibilidad de espacios y servicios
El Colegio se mantuvo en esa quinta planta del Palacio de Justicia hasta el año 1994, en el que las dependencias se trasladaron a la nueva sede en la calle la Gloria donde se encuentra actualmente. Es este un edificio completo de cinco plantas, inaugurado siendo Decano Manuel Martínez Ripoll.