Se han esclarecido más de 80 hechos delictivos cometidos en establecimientos de Murcia, Alicante, Almería y Granada

En los cinco registros efectuados se han recuperado 20.000 euros, 1.400 cajetillas de tabaco, varios vehículos, joyas y electrodomésticos, entre otros muchos efectos sustraídos

La Guardia Civil, en el marco de la operación "ESTELAR", ha desarticulado una organización criminal radicada en Murcia y dedicada a la comisión de robos con fuerza en establecimientos públicos de las comunidades autónomas de Murcia, Valencia y Andalucía.

La Benemérita ha detenido a los once integrantes de la trama, entre ellos su líder, que se encontraba fugado de prisión desde agosto de 2012 tras un permiso penitenciario, como presuntos autores de los delitos de pertenencia a organización criminal, quebrantamiento de condena, robo con fuerza, sustracción de vehículo y falsificación de documentos. Además, se han efectuado registros en los cinco inmuebles que la organización criminal utilizaba para planear sus golpes, almacenar los efectos sustraídos y ocultar y modificar los vehículos utilizados en su actividad delictiva.

La Guardia Civil inició las investigaciones en septiembre de 2012, en el ámbito del "Plan de Prevención de Delitos Contra el Patrimonio", al detectar la comisión de una serie de robos con fuerza en establecimientos públicos que parecían presentar una notable similitud en la forma de actuación y en los objetos sustraídos, todo lo cual apuntaba a que tras esta tipología delictiva podría encontrarse un grupo organizado.

Las primeras pesquisas se centraron en analizar exhaustivamente los tipos de establecimientos saqueados y su ubicación, número de autores, franja horaria y medios empleados en la comisión de los robos, todo ello para definir un modus operandi concreto y así centrar las líneas de investigación.

Objetivo principal: la recaudación de máquinas "tragaperras"

Fruto de este análisis, los investigadores pudieron determinar que tras la autoría de los hechos delictivos se encontraba un grupo criminal organizado y jerarquizado. Su objetivo principal era la sustracción de las recaudaciones de las máquinas recreativas tipo "B" (las coloquialmente conocidas como máquinas "tragaperras") de los establecimientos, aunque también abundaba la sustracción de grandes cantidades de tabaco, televisores, material audiovisual, equipos informáticos y productos alimenticios, entre otros.

Cuando los integrantes de la banda se reunían para planificar sus golpes, seleccionaban principalmente establecimientos públicos dedicados al ocio, cómo salones de juego, bares, cafeterías y áreas de descanso. También operaban en estaciones de servicio, joyerías, grandes superficies comerciales, supermercados y talleres de mecánica. La selección tenía un denominador común: su situación. Buscaban establecimientos con buenas conexiones con autovías y vías rápidas.

Realizaban los saqueos de un modo sistemático: siempre durante la noche (entre las 02:00 h y las 05:00 h.), normalmente dos robos cada madrugada y con una periodicidad de dos veces por semana.

Para acceder a los establecimientos hacían uso de la fuerza contra rejas de seguridad, puertas y escaparates, empleando objetos contundentes como mazas, patas de cabra y hachas de grandes dimensiones; otras veces utilizaban el método conocido como "alunizaje", que consiste en empotrar un vehículo, en este caso previamente sustraído, contra el escaparate del comercio.

Actuaban de manera disciplinada, rápida y limpia, y tomaban estrictas medidas de seguridad para evitar ser detectados. Todos tenían asignado un cometido concreto, ocultaban sus rostros y usaban guantes para dificultar su identificación.

Las sedes de la organización estaban establecidas en las localidades murcianas de Las Torres de Cotillas, Molina de Segura y Mazarrón. Para sus desplazamientos, a la hora de cometer los robos, utilizaban varios vehículos de alta gama y potente cilindrada que habían sido sustraídos y modificados (cambio de color y placas de matrícula) con el objetivo de pasar desapercibidos, y cuando uno de estos vehículos había sido usado en varios golpes no dudaban en deshacerse de él, prendiéndole fuego para borrar su rastro.

Su líder se había fugado de prisión

En la cúspide del entramado delictivo se encontraba un conocido autor de este tipo de hechos que, desde agosto de 2012, se encontraba fugado de prisión tras un permiso penitenciario. El líder, un personaje astuto, metódico y estricto en su forma de vida para evitar ser capturado, dirigía el grupo delictivo con profesionalidad y mano dura sobre sus subordinados con la finalidad de evitar cualquier contratiempo en sus planes.

Para desarrollar su actividad, se había rodeado de personas de su confianza, como su compañera sentimental, familiares de ésta y personas con un fuerte vínculo de amistad que integraban la sección operativa del grupo delictivo con unas misiones perfectamente definidas.

Tras desenmascarar el tejido criminal y obtener todos los indicios necesarios, se estableció un operativo compuesto por más de medio centenar de guardias civiles que realizaron cinco entradas y registros de forma simultánea en las sedes de la organización. En el interior de los inmuebles se incautaron numerosos efectos procedentes de los robos cometidos por la organización criminal, como 20.000 euros en efectivo, 1.400 cajetillas de tabaco, tres turismos de lujo, una motocicleta, un quad, tres bicicletas de montaña de gama alta, siete televisores, varios equipos informáticos y de sonido, relojes, joyas y jamones de primera calidad, así como numerosas herramientas empleadas en su actividad delictiva.

Durante los registros también se procedió a la detención de los once integrantes del grupo, que fueron sorprendidos instantes después de cometer su último robo. En el momento de la detención, el cabecilla huyó momentáneamente y se ocultó en otra vivienda de la urbanización donde residía. Finalmente, fue sorprendido y detenido por los guardias civiles.

Peligrosa organización criminal

Con esta operación, en la que se han esclarecido más de 80 hechos delictivos, se da por desmantelada una peligrosa organización criminal que ha delinquido de forma sistemática, durante los últimos meses, en salones de juego y establecimientos de restauración de toda la Región de Murcia y sus alrededores.

Los detenidos, efectos recuperados y diligencias instruidas han sido puestos a disposición de las autoridades judiciales competentes.

La Unidad Orgánica de Policía Judicial de Murcia, que ha dirigido la operación, ha contado con el apoyo de Unidades de Seguridad Ciudadana, SEPRONA y Policía Local de Las Torres de Cotillas y Mazarrón.