Aprovechando la coyuntura con el fin del período de reclamación de nota de los exámenes de PAU del que miles de estudiantes en la Región han hecho uso, defendemos lo injustas que nos parecen estas Pruebas.

FEMAE no creemos que sea posible evaluar a un/a estudiante a través de este sistema en el que se tiene que volver a estudiar todo el temario del curso para volcarlo en diferentes pruebas, añadiendo el inconveniente extra de que estos exámenes se desarrollan en solamente tres días. Tres días que pueden ser buenos o malos, pero en los que sin duda afectan numerosos factores, entre ellos los nervios, imprevistos físicos, familiares.... No consideramos justo que, después de más de 10 años de escolarización, los y las estudiantes se jueguen su futuro en tres días.

De la misma forma, nos parece ilícito que no se controle con mayor rigurosidad que los y las docentes que corrigen las pruebas sigan estrictamente los criterios fijados, ya que en muchas ocasiones los resultados obtenidos no se corresponden con el nivel del/la estudiante y tras pedir la segunda corrección la nota final resulta la media de ambas correcciones, por lo que no existe verdaderamente la posibilidad de subir nota por parte del alumnado, pudiendo condicionar esto que su nota total no fuese suficiente para cursar aquello que les gusta.

FEMAE defendemos el sistema de evaluación continua del alumnado. Es el equipo docente que le ha estado impartiendo clase quien mejor puede evaluar al estudiante teniendo en cuenta tanto las competencias adquiridas como su evolución global. Para asegurar la justicia en esta calificación, bastaría con reforzar y asegurar la tarea de la Inspección Educativa. Esta evaluación continua es fruto del esfuerzo realizado por el alumnado durante dos años y no de una prueba de tres días en la que muchas veces el/la estudiante no puede demostrar verdaderamente sus conocimientos. Creemos de esta forma, que la nota surgida tras la evaluación continua debe ser aquella que se tenga en cuenta al 100% en el proceso de admisión del alumnado en los diferentes grados universitarios.

Consideramos que es imprescindible evaluar el sistema tanto de forma interna como externa, y los y las estudiantes entran, por supuesto, dentro de esta evaluación –aunque no somos los únicos/as, también es necesario evaluar las metodologías docentes, la implicación de las familias, etc.-, pero consideramos igualmente estas evaluaciones externas no deben tener en ningún caso efectos académicos.

A nuestro parecer la PAU es un sistema injusto e ineficiente incapaz de calificar al alumnado verdaderamente.