El consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, acompañado por el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, visitó hoy el Centro de Visitantes de San Cayetano que hoy se ha puesto en funcionamiento.
Durante la visita, a la que también asistió el director general del Instituto de Turismo, Enrique Ujaldón, el consejero señaló que "la apertura de este centro de visitantes genera un hito importante en la puesta en valor de uno de los espacios arqueológicos más importantes de todo el sur de España", por su acumulación de restos romanos y árabes.
Además, el titular de Cultura y Truismo señaló la manera "inteligente" en que se ha construido el centro, con una arquitectura "sostenible y perfectamente incrustada en el paisaje de Monteagudo", a la vez que "permite una aproximación bastante didáctica a la historia de todo el municipio de Murcia".
A este respecto, el consejero apuntó la importancia de invertir en conocimiento, algo que en este caso derivará en "un importante potencial turístico", ya que "constituye una cuadratura del círculo perfecta".
Centro de Visitantes
La Consejería de Cultura y Turismo, a través del Instituto de Turismo, ha realizado una inversión de 3.495.000 euros en la construcción de este centro en el que se exhiben piezas de las distintas excavaciones arqueológicas, donde se presenta la historia de la Vega y huertas de Murcia, sus palacios y recintos amurallados, además de albergar las actividades culturales propias de este tipo de centros.
El edificio se ubica en una zona de gran interés arqueológico, y junto al mismo se hallaron los restos de una calzada romana que unía Cartagena con Fortuna. El inmueble se levanta del suelo para permitir las vistas sobre el Castillo de Monteagudo y la Vega de Murcia, así como para proteger y cubrir los restos de la calzada romana y para marcar los accesos del edificio.
La planta baja se contempla como una continuación del pavimento de la plaza hacía el interior del edificio y es esencialmente abierta, propiciando una constante secuencia con el exterior. La primera planta se configura como un elemento totalmente autónomo que se posa sobre la plaza y se muestra como un objeto independiente.
En la planta baja se sitúa el programa de servicios propio de este tipo de edificios, tales como control de acceso, tienda, sala de proyecciones, bar y cafetería, entre otros. Todos estos espacios se encuentran en continuidad con la plaza exterior, con cerramientos practicables que permiten que esta planta esté completamente abierta a la plaza.
La primera planta acoge todo el programa expositivo propiamente dicho, como la sala romana, sala de primeros asentamientos, sala árabe, sala de la huerta y sala de futuras actuaciones (consolidación, accesibilidad y restauración del Castillo de Monteagudo).