El director de la Gerencia de Emergencias Sanitarias 061 de la Región de Murcia afirma que "la finalidad es estar preparado ante cualquier emergencia que pudiese ocurrir"
Efectivos de la Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias 061 de la Región del Servicio Murciano de Salud, dependiente de la Consejería de Sanidad y Política Social, han participado hoy junto a militares, bomberos, voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja, entre otros, en un simulacro de accidente aéreo con víctimas que ha tenido lugar en la Base Aérea de Alcantarilla.
Para el desarrollo de este ejercicio, una práctica habitual de los profesionales sanitarios de Emergencias, la Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias ha movilizado una Unidad Móvil de Emergencias (UME) dotada de Soporte Vital Avanzado (SVA) y que cuenta con un médico, enfermero y dos técnicos en Emergencias Sanitarias.
Además, se ha instalado un hospital de campaña con SVA, con capacidad para asistir a seis pacientes. También han participado con recursos humanos y materiales Cruz Roja, Protección Civil y la Base Aérea de Alcantarilla, que ha sido la organizadora.
El director gerente de la Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias 061 de la Región de Murcia, Francisco Celdrán, afirmó que "la finalidad de estas actuaciones, que se hacen de forma periódica, es estar preparado y actuar de forma eficaz ante un posible siniestro mejorando la coordinación y tiempos de respuesta".
Celdrán manifestó que "se pretende mejorar continuamente en la atención a las catástrofes, donde es fundamental la buena coordinación de todos los organismos participantes en su resolución".
En esta ocasión, según destacó el director gerente, también están presentes 40 alumnos del Grado en Psicología y del Grado en Enfermería de la Universidad de Murcia así como de la Universidad Católica San Antonio de Murcia, que están haciendo prácticas profesionales en las dependencias de la Gerencia de Urgencias y Emergencias Sanitarias.
Simulacro
La secuencia del simulacro comenzó cuando un avión con pasajeros, al aterrizar, colisiona accidentalmente con un turismo y como consecuencia algunos cascotes acaban saltando hacía un autobús de visitantes, provocando un incendio.
En definitiva, es un incidente con múltiples víctimas (o situación de catástrofe), en el que por la magnitud del suceso, la Base se ve obligada a solicitar ayuda externa.
En total hay 10 fallecidos, 15 personas graves, 25 menos graves y 50 que abandonan el avión por su propio pie pero que requieren atención psicológica.
Desde el primer aviso de alarma, bomberos y personal sanitario inician su actividad enviando al lugar de los hechos una UME así como traslado a los diversos hospitales de la Región. A continuación, se activa la coordinación con los equipos de psicólogos y llega el equipo forense y la policía judicial.