Un camión frigorífico en el interior de la propia nave conectado a la corriente eléctrica hacía las veces de cámara refrigerada donde se almacenaba la carne
Han sido inmovilizados los más de 750 kilos de carne de diferente tipo hallado en las instalaciones
La mercancía despiezada era repartida a diferentes establecimientos, especialmente en bares
La Guardia Civil de la Región de Murcia y el Servicio de Seguridad Alimentaria de la Dirección General de Salud Pública de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia han desmantelado un establecimiento en el que, sin la debidas garantías sanitarias y sin las preceptivas autorizaciones municipales, sanitarias ni medioambientales se despiezaba clandestinamente todo tipo de carnes para, con posterioridad, venderla a diversos establecimientos, en especial a bares.
La actividad, que se encontraba establecida en una nave sita en el término municipal de Alhama de Murcia, fue inspeccionada por sorpresa después de que desde el Servicio de Seguridad Alimentaria de la Región de Murcia se solicitara la colaboración de la Benemérita para comprobar cuáles eran las laborales que se estaban desarrollando en su interior.
Cuando los agentes y los inspectores entraron en el local, comprobaron cómo el mismo carecía de las más elementales garantías sanitarias, entre ellas una sala de despiece refrigerada o un lavamanos para los dos operarios que fueron hallados en el lugar y que, por otro lado, no acreditaron encontrarse en posesión del preceptivo cané de manipulador de alimentos.
En el lugar fueron hallados maquinaria y utensilios propios de los establecimientos de despiece y envasado de carnes, como una cortadora industrial de carne, una loncheadora, una picadora, una máquina para envasado al vacío o numerosos cuchillos de diferente tipo y tamaño.
Un camión frigorífico en el interior de la propia nave, que se hallaba conectado a la corriente eléctrica, hacía las veces de cámara refrigerada para el almacenaje de la carne de diverso tipo existente en el local.
Tras las tareas de despiece, la carne resultante era repartida con dos furgonetas, una frigorífica y otra isotermo, entre diferentes establecimientos, en especial bares.
En total han sido inmovilizados y puestos a disposición de la Dirección General de Salud Pública más de 750 kilogramos de carne de ave, cerdo, cordero, ternera, conejo y pavo en distintas formas de presentación.