El Curso escolar 2012/2013 ha comenzado en nuestra región, tras dos años de continuos recortes que suponen un retroceso de lustros en cuanto a las condiciones laborales, recursos humanos y materiales de los centros y medidas de apoyo a las familias con dificultades.
La disminución de las plantillas docentes superior a los 2000 efectivos, más allá de la confusión en el manejo de las cifras con que ha pretendido ocultarla la Consejería de Educación, supone un importante retroceso respecto de las disponibilidades de cursos pasados y ha dado lugar a que llegue el comienzo de curso sin que 176 funcionarios de carrera sepan aún donde podrán tener un destino este curso.
Por su parte los Centros educativos comienzan el curso sintiendo en su funcionamiento los estragos del recorte económico del que han sido objeto desde la Consejería de Educación. La Consejería rebajó un 15% la partida destinada a gastos de funcionamiento de colegios e institutos durante el año 2012 y aún debe a los Centros el 40% de la partida del año 2011 (partida que desde los equipos directivos y el Comité de Resistencia se da por perdida). Lo recibido en 2012 apenas ha permitido pagar las deudas contraídas en el año anterior por lo que muchos Centros escolares comienzan el curso a cero y teniendo que escatimar el uso de recursos básicos como folios o tiza.
A lo anterior hay que unir la drástica disminución de ayudas a las familias para la adquisición de libros, del número de becas de comedor y de las rutas de transporte escolar. Medidas, todas ellas, que vienen a afectar a las familias con menos recursos y, consecuentemente, con más dificultades para atender a las necesidades educativas de sus hijos. Además el aumento del IVA en los libros de texto y en el resto del material escolar es una medida que golpea al conjunto de la sociedad y que va a suponer que muchas familias se vean en auténticas dificultades para atender los gastos del inicio de curso.
Por su parte los trabajadores y trabajadoras de la enseñanza (docentes y personal de administración y servicios) comienzan el curso con significativos retrocesos en sus condiciones laborales, que afectan incluso a derechos básicos como el derecho a la salud, viendo penalizadas económicamente las situaciones de enfermedad y accidente y deterioradas las medidas relacionadas con la conciliación de la vida familiar y laboral.
Ante esta situación el Comité de Resistencia ha puesto en marcha una consulta masiva entre el profesorado y el personal de administración y servicios de los centros educativos sobre las modalidades de movilizaciones que estaría dispuesto a secundar: desde parones y manifestaciones hasta huelgas de uno o varios días a la semana o combinaciones de unas y otras. Estas medidas de protesta y presión comenzarían en octubre. Entre tanto los tres sindicatos trabajan por el éxito de la manifestación y paros del miércoles 12 y por facilitar el desplazamiento a Madrid del mayor número posible de ciudadanos y ciudadanas de nuestra región el sábado 15 de septiembre.