El director general Pablo Fernández señala que actualmente los ciudadanos más sensibilizados con el medio ambiente "demandan productos digitales en detrimento de las publicaciones impresas"

La página web ha recibido más de 6.500 visitas en lo que va de año, de las que el 74 por ciento han sido nuevas consultas. Estos datos demuestran que cada vez más internautas se interesan por los contenidos de esta revista, que desde 2009 se edita en formato digital por la Consejería de Agricultura y Agua. La publicación cuenta ya con lectores en los cinco continentes.

La revista se empezó a editar en 2003 en papel impreso y con una periodicidad trimestral, con el objetivo de mostrar los valores naturales de la Región, así como la gestión del patrimonio natural que realiza la Comunidad Autónoma.

Desde entonces se han publicado más de 300 artículos sobre fauna, flora, áreas protegidas, montaña y litoral, vías pecuarias, montes, infraestructuras públicas, caza y pesca fluvial, lucha contra incendios y plagas, entre otros temas. Todos ellos, tanto los más recientes, como los antiguos impresos en papel y ya agotados, pueden ser consultados en distintos formatos en la página web.

En su número 26, publicado recientemente, la revista se hace eco de las actuaciones más recientes de la Dirección General de Patrimonio Natural y Biodiversidad, tales como la caracterización genética de las poblaciones de nutria, mediante un estudio basado en técnicas moleculares. También incluye artículos sobre el Plan de Gestión de la ZEPA de Sierra de Almenara, Moreras y Cabo Cope, de reciente aprobación, y sobre las actuaciones de restauración en los márgenes del río Quípar.

Ahorro de materias primas y energía

El director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández, destacó que "con este, ya son ocho los números editados en formato digital, lo que ha supuesto dejar de imprimir 32.000 ejemplares, con el consiguiente ahorro de papel, tintas y energía".

Las estimaciones de este ahorro se traducen en unos 11.500 kilogramos de papel, que equivalen a 38 toneladas de madera y unos 160 árboles de 25 metros de altura y 20 centímetros de diámetro. Por cada tonelada de papel no consumido se han ahorrado entre 100.000 y 250.000 litros de agua y se han dejado de emitir a la atmósfera entre 1.700 y 3.000 toneladas de CO2.

Pablo Fernández señaló al respecto que actualmente los ciudadanos más sensibilizados con la conservación de la naturaleza "demandan productos digitales en detrimento de las publicaciones impresas".