Cartagena celebró el sábado el I Encuentro de Jóvenes Cofrades, organizado por la Agrupación de Nuestro Padre Jesús Nazareno, de la Real e Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, popularmente conocidos como Marrajos. Cofrades de toda la diócesis se reunieron para analizar la problemática de la juventud en el mundo de las cofradías, su grado de implicación y su preparación para asumir el reto del relevo generacional en los cargos de responsabilidades de las hermandades y cofradías pasionarias.
Entre los ponentes participaron el Delegado de Hermandades y Cofradías, D. Silvestre del Amor, así como el Delegado de Pastoral Juvenil, D. Manuel Verdú. La Misa de clausura se celebró en la parroquia de Santo Domingo y estuvo presidida por el Obispo Diocesano, Mons. José Manuel Lorca Planes, quien estuvo acompañado del Vicario de Cartagena, D. José Abellán y varios sacerdotes.
Mons. Lorca Planes animó a los cofrades a ser “motores de esperanza” y a trabajar para que, a través de la imaginería de la Semana Santa, “puedan encontrarse con el Señor”. “El Señor es el que sale al encuentro de los hermanos y cofrades, invitándoles a la conversión, ofreciendo una manera de vivir desde la paz y desde la armonía”- precisó. El Sr. Obispo ensalzó la labor de estos jóvenes, que “teniendo la oportunidad de estar en otro sitio, dedican su tiempo a las cofradías y a trabajar por los demás”.
Acompañados por la imagen de Jesús Nazareno, presente junto al altar, el Pastor de Cartagena animó a los presentes a meditar la Pasión de Jesús. “La Pasión nos muestra cómo es el Corazón del Señor: cargado de amor”- señaló. Así instaba el Sr. Obispo a “vivir la experiencia del amor de Dios, en una entrega generosa de su Amor”. En este sentido, aseguró que hay “un motivo para decirle a la gente que Dios es grande, que Dios está cerca” y que la grandeza de su misterio es que “Dios abre las puertas a su misericordia”. “El Señor es esa figura grande que, no sólo nos ha abierto a la esperanza, sino que nos ha entregado a su Hijo”- recordó. Así añadió que se trata de una entrega sin reservas, en la que ha derramado hasta la última gota de su sangre. Con todo, aseveró que “la Cruz debe ser un icono para nosotros”.
Evocando las palabras de Santa Teresa, Mons. Lorca quiso que los jóvenes permanecieran esta Cuaresma recordando que “sólo Dios basta”. “Que seáis testigos y profetas de esta historia de amor que Dios nos ha enseñado”- apuntó.