El presidente de la Asociación Murciana de Consumidores y Usuarios, CONSUMUR, como entidad miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de la Región de Murcia, y una de las personas afectadas que están dentro de la Plataforma, Teresa Riquelme, vecina de Las Torres de Cotillas (Murcia), han acudido esta mañana al Defensor del Pueblo de la Región de Murcia.

El motivo ha sido exponerle, a través de un escrito, el caso concreto de la familia de Teresa Riquelme y solicitarle su intervención en el mismo, llevando a cabo una mediación entre la entidad financiera y esta familia murciana, mediación que desde hace 10 meses está realizando la Plataforma pero sin obtener una respuesta positiva por parte de la entidad financiera.

Roberto Barceló, presidente de CONSUMUR, considera de gran importancia esta mediación.

"Para solucionar este caso sería importante que el Defensor del Pueblo de la Región de Murcia mediara entre la entidad financiera y esta familia murciana, para evitar un nuevo desahucio el próximo 24 de marzo". Así mismo, continúa: "El papel de CONSUMUR es mediar, como entidad miembro de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de la Región de Murcia, defendiendo los derechos de los consumidores y/o usuarios murcianos".

La solicitud de esta familia a la Caja de Ahorros del Mediterráneo es la concesión de una dacion en pago, con extinción total de la deuda hipotecaria, y la formalización de un contrato de arrendamiento de vivienda de cinco años al amparo de la vigente ley de arrendamientos urbanos.

De esta forma, podrían permanecer como inquilinos, en lugar de propietarios,  acordando asimismo establecer una opción de compra. Opción que aceptó, verbalmente y no por escrito, la entidad financiera en un primer momento.

En este sentido, Joaquín García, sacerdote, vecino de Las Torres de Cotillas y miembro de la Plataforma, declara: "La banca no tiene corazón ni ética porque estamos ante un caso de fácil solución y que puede beneficiar a todas las partes. En caso de que la entidad bancaria acepte la dación en pago y alquiler con opción a compra, la vivienda no queda desocupada. La familia podría empezar de nuevo a rehacer su vida y evitaríamos el trauma del desalojo de una vivienda".

Así mismo, continúa: " Soy testigo del aumento de la pobreza extrema y precariedad que sufren miles de familias murcianas, que no sólo tienen problemas para hacer frente a sus hipotecas, sino además, serios problemas de supervivencia, como así lo indican los informes de Cáritas. Si los directivos de la entidad bancaria tienen voluntad de buscar una solución, la van a encontrar".