La Consejería de Agricultura y Agua liberó esta semana un ejemplar de tortuga boba (Caretta caretta) en la Playa Larga de Calblanque, en Cartagena, tras ser atendida en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre ‘El Valle’.
Dicha tortuga, cuyo caparazón mide unos 50 centímetros, apareció a finales de marzo enredada en una red de almadraba y en un sedal de palangre, en aguas del litoral de Mazarrón, donde fue encontrada por un particular que avisó a la Guardia Civil. En la exploración clínica a la que fue sometida en el citado centro le encontraron rozaduras en el plastrón y enrojecimiento de las zonas más prominentes. Además, en la mitad posterior del caparazón presentaba gran cantidad de algas vivas con microfauna, así como numerosos parásitos no patógenos en las aletas.
El director general de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Pablo Fernández, señaló que “a pesar de que el diagnóstico indicaba traumatismo leve, deshidratación, inanición y fatiga, a los cinco días de ser tratada en el centro comenzó a alimentarse por sí misma y desde entonces su evolución fue muy positiva”. Fernández añadió que “cuando se comprobó que presentaba buena flotabilidad y movimientos correctos, se decidió ponerla en libertad, previo marcaje con microchip de identificación”.
Especie cosmopolita
La tortuga boba es una especie marina dotada de una gran cabeza con pico y un cuello muy robusto. Su caparazón puede alcanzar una longitud de 120 centímetros y llegar a pesar 200 kilos. Se la considera una especie cosmopolita que presenta distribución mundial. El litoral español es un punto importante de alimentación de los juveniles. Su hábitat normal es el mar abierto, aunque también está presente en zonas costeras.
Se alimenta de crustáceos, moluscos, equinodermos, medusas y peces lentos, por lo que es frecuente encontrarlas en las proximidades de los barcos de pesca para aprovechar los descartes.
Sus mayores amenazas son las capturas accidentales, la acumulación de residuos sólidos, como plásticos, que las tortugas pueden ingerir al confundirlos con alimento, así como el deterioro de su hábitat y la contaminación marina.
En el Catálogo Español de Especies Amenazadas está considerada ‘de interés especial’, aunque dicha catalogación está pendiente de adaptación a la Ley 42/2007, de Patrimonio Natural y Biodiversidad.