Protagonista de una escapada de unos setenta kilómetros en compañía del corredor kazajo Alexandre Vinokourov, Alejandro Valverde terminó la tercera etapa del Tour Mediterráneo disputada hoy entre Greasque y Six-Fours muy contento por el trabajo realizado.
“Stéphane Auger fue el primer en arrancar cuando habíamos recorrido apenas cinco kilómetros. Se trataba de una etapa muy corta, de solo 115 kilómetros. Hoy no hacia frio como los días anteriores y con el sol, hasta parecía que hacia buen tiempo”, explicó Alejandro después de cruzar la línea de meta ubicada al lado del puerto de Six-Fours.
“Me puse a rueda del corredor francés y mirando por atrás vi que a mi rueda estaba Vinokourov. Di un relevo un poco fuerte y solo se quedó el corredor kazajo conmigo. Ya que estamos allí delante decidimos seguir a ver lo que pasaba. En los primeros kilómetros, que eran bastante duros con un puerto de segunda y dos cotas de segunda, aumentó el hueco con el pelotón hasta superar un minuto y medio.”
“Lo que pasó luego es que cambió la orografía del recorrido: largas rectas y con el viento de cara. ¡Todo en favor del pelotón! En la última cota Vinokourov se descolgó y me encontré solo en cabeza de carrera pero decidí esperar yo también al pelotón porque esta escapada ya no tenía futuro.”
“Ha sido una paliza para nada pero estoy contento porque me permitió realizar un muy buen trabajo en previsión de las etapas que quedan. Mañana se tratará de descansar en el pelotón para estar muy bien el domingo, que es cuando se ganará la carrera.”