Después de haber tomado parte en las dos primeras pruebas de la Challenge de Mallorca, Alejandro Valverde llegó ayer por la tarde en Francia para participar en el Tour Mediterráneo, que salió hoy de la ciudad de Carcassonne. Alejandro se clasificó el séptimo de la etapa.

“La distancia inicial de esta primera etapa era de 123 kilómetros pero se recortaron unos cuantos y ayer la organización anunció que solo iba a haber 95 kilómetros. Las previsiones del tiempo preveían mucho viento y esta mañana ya que la etapa salía solo a la una y media, lo consideramos importante ir a reconocer los primeros kilómetros. Lo hicimos en bici, recorrimos 40 kilómetros, y la verdad es que nos ha venido muy bien por dos motivos. Nos permitió calentar bien antes de una etapa muy breve cuando todo indicaba que iba a salir a tope. El termómetro indicaba solo 3 grados en la salida. Conocer los primeros kilómetros y saber exactamente de donde venía el viento nos ha sido muy útil. Después de solo 3 kilómetros de carrera, todo el equipo se puso en cabeza de pelotón a tirar de tal manera que el pelotón se cortó en varios trozos. Repetimos la táctica después de siete kilómetros y un grupo de unos veinte corredores se adelantó. Tenía a tres compañeros conmigo: Txente García Acosta, Mathieu Drujon y Arnaud Coyot y hemos trabajado mucho hasta la meta para que siga incrementando la diferencia con el pelotón. Tenía buenas piernas para disputar la victoria de etapa pero con el viento de cara y todo el trabajo realizado por mis compañeros durante la etapa, lo teníamos bastante difícil. Lo más importante es haber la diferencia de dos minutos que hay ahora en la general con la mayoría de nuestros adversarios. Me siento muy motivado y animado para disputar la carrera e intentar ganarla.”

Mañana la etapa más larga del Tour Mediterráneo (170 kilómetros) unirá las ciudades de Peynier y Trets.