IU de la Región de Murcia (IURM) ha exigido hoy al consejero de Educación, Constantino Sotoca, que ponga en práctica el dictamen de la Corte Europea de los Derechos Humanos y ordene la retirada de los crucifijos de las aulas de los centros públicos educativos.
José Luis Álvarez-Castellanos, miembro de la Presidencia de IURM, ha recordado que la sentencia del citado tribunal indica que "la presencia del crucifijo puede ser alentadora para alumnos católicos, pero también perturbadora para aquellos que practican otras religiones o son ateos".
Asimismo, Álvarez-Castellanos ha señalado que la consejería debe ordenar la retirada de los crucifijos porque según la Constitución Española, este Estado es "laico y aconfesional", por lo que, "no tiene sentido dejar en manos de los centros públicos una decisión como esa".
Por ello, ha definido la postura de la consejería como "un incumplimiento flagrante e inaceptible de sus responsables como administración pública", al tiempo que ha señalado que "los poderes públicos deben promover las condiciones para que la libertad y la igualdad del individuo sean reales y efectivas".
"No es de recibo que una administración pública se niegue, escondiendo la cabeza debajo del ala, alimentado el enfrentamiento entre la comunidad educativa por una cuestión que sólo a ella atañe hacer cumplir en un sentido claro cual es la retirada de los símbolos religiosos".
Álvarez-Castellanos ha insistido en que la Administración pública es la garante del derecho a la educación de todas y todas en condiciones de igualdad, por lo que la escuela pública no excluye a nadie sean cuales sean sus características personales, su origen social, su cultura o sus creencias.
"Los centros públicos son espacios de convivencia y de cohesión social para adquirir conocimientos y valores democráticos en los que no caben los adoctrinamientos, la segregación o la exclusión de nadie. En las escuelas se forman ciudadanos, no fieles", ha concluido.