El diputado regional, Bartolomé Soler, señaló que el presupuesto de la Consejería de Agricultura y Agua es un presupuesto que “no se merece el campo de Murcia, no se merecen los agricultores y ganaderos y, sinceramente, no se merece, aunque solo sea por su antigüedad en el cargo, el consejero Antonio Cerdá”. Soler indicó que el Gobierno regional no se ha enterado de que sin el concurso del sector Primario, como es éste, la región de Murcia no saldrá de la crisis.

La Consejería de Agricultura y Agua sufre para 2010 un recorte de 54 millones de euros, con respecto a 2009. La inversión cae en torno al cincuenta por ciento; algo que sucede como norma generalizada en todos los programas de este departamento.

Es significativa la disminución de casi el 70 % en formación y todo lo relacionado con proyectos de I+D+i y transferencia tecnológica.

A juicio del parlamentario socialista va a ser difícil mantener los edificios, las aulas y los talleres de los CIFEAS (Centros Integrados de Formación y Experiencias Agrarias).

Desaparecen, prácticamente, los créditos para las oficinas comarcales agrarias. Y disminuyen, un 50 por ciento, las ayudas a la modernización de estructuras agrícolas.

Por su parte, los programas de agricultura limpia que son “la niña de los ojos del consejero, pillan un buen palo”. Y, además, hay tijeretazo al fomento del asociacionismo agrario.

Asimismo, se rebajan un 50 por ciento, las ayudas para la difusión de los productos de calidad. Y casi un millón de euros, los créditos para la defensa sanitaria, “lo que desde el Grupo Parlamentario Socialista consideramos una temeridad”.

En materia de Ganadería, cabe destacar, que disminuyen las indemnizaciones a los ganaderos por sacrificios de animales. Mientras que hay 1.000 millones de las antiguas pesetas menos, para los productores de frutas y hortalizas. El Imida, por su parte, “también sufre un buen golpe”.

Medio Ambiente

Con relación a los Presupuestos de Medio Ambiente, el diputado regional socialista, Jesús López, destacó que continúa la caída inversora, mientras que la nueva Ley de Medio Ambiente no tiene financiación ni hay previstas transferencias suficientes a los ayuntamientos para hacer frente al incremento de gasto que les va a suponer.

Igualmlente destacó la disminución de recursos para el mantenimiento de las masas forestales de la Región, montes afectados por incendio del Noroeste, prevención de incendios, etc).