Los ensayos más recientes para conseguir producciones más tempranas persiguen, entre otras cosas, reducir el consumo de agua de riego y el número de tratamientos fitosanitarios

La Consejería de Agricultura y Agua desarrolla diversos ensayos en fincas propias y en otras particulares con agricultores colaboradores para fomentar la innovación en el sector de la alcachofa. Los ensayos más recientes para conseguir producciones más precoces persiguen, entre otras cosas, reducir el consumo de agua de riego y el número de tratamiento fitosanitarios.

El director general de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, destacó que la Región de Murcia “es la principal productora de alcachofa de España, con 88.000 toneladas anuales”. El principal país productor es Italia (475.000 toneladas), seguido de España (215.000 toneladas).

El responsable autonómico señaló así mismo que el cultivo de alcachofa en la Región “se basa, mayoritariamente, en la variedad Blanca de Tudela, que se adapta bien tanto para la producción en fresco como para su empleo por parte de la industria agroalimentaria”. No obstante, añadió, “desde 1998 la Consejería viene realizando ensayos con el objetivo de lograr la adaptación de nuevas variedades y técnicas de cultivo, capaces de hacer frente a la disminución paulatina de la producción y a la degeneración de esta variedad, que suponen una pérdida de rentabilidad para los agricultores”.

Los primeros ensayos se realizaron con Blanca de Tudela de distinta procedencia y algunas variedades de semilla. García Lidón explicó que con estos ensayos se comprobó que las variedades procedentes de semilla son más tardías, resisten mejor las heladas, son más sensibles al oídio (enfermedad de las plantas producida por un hongo) y su capacidad productiva es superior a la variedad Blanca de Tudela.

La Consejería continuó experimentando con variedades de semilla en distintos marcos de plantación, sobre todo para inducir su producción precoz, para asemejarla a la Blanca de Tudela y conseguir llegar al mercado cuando los precios son más altos. Para ello, apuntó García Lidón, “se ensayaron distintas fechas de plantación y la aplicación de diferentes dosis de ácido giberélico, una fitohormona reguladora del crecimiento”.

Estos ensayos se llevaron a cabo en los Centros Integrados de Formación y Experiencias Agrarias de Lorca y Torre Pacheco, con la colaboración de la organización agraria FECOAM, también en CIFACITA y en fincas de agricultores colaboradores.

El director general resaltó que los ensayos realizados con alcachofa de semilla entre los años 2005 y 2007 por las Oficinas Comarcales Agrarias de Torre Pacheco y Lorca, en fincas de agricultores colaboradores, “consiguieron afianzar los sistemas de aplicación para la entrada en producción de estas en fechas similares a la de la variedad Blanca de Tudela”.

De otra parte, en un ensayo realizado en el período 2007-2008 con la variedad Blanca de Tudela, se consiguió, forzando su cultivo con tratamientos de ácido giberélico, retrasar su plantación entre 20 y 25 días, y se consiguió así su entrada en producción en fecha similar a las plantaciones más tempranas realizadas en el Campo de Cartagena, sin disminuir la producción total obtenida. Con ello, además, se mitigaron los efectos por los problemas de escasez de agua y la presión de ciertas plagas, especialmente las orugas de mariposas.

En otra finca colaboradora del Campo de Cartagena se lleva a cabo actualmente un ensayo con un cultivar de alcachofa de semilla híbrida cuyos resultados son de características similares a los de Blanca de Tudela, con los objetivos ya citados de reducir el consumo de agua de riego y el número de tratamientos fitosanitarios.

“El objetivo último de todos estos ensayos es llegar a producir precozmente con las variedades de semilla, alcachofas similares a las de Blanca de Tudela, que tendrán por ello buena aceptación para su consumo en fresco, sobre todo en el mercado español”, concluyó.