Madrid, 10 feb (EFE).- El PSOE y el PP han presentado hoy sus enmiendas al Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, que confirman que el 2015 -elemento estrella del texto- quedará como una simple mención en el preámbulo y que la reserva de 600 hectómetros cúbicos será para la cuenca del Tajo, no para la cabecera.
Finalmente, los grupos presentaron por separado las enmiendas después de que no lograran limar las diferencias que mantienen sobre la política hidráulica, aunque ambos han mostrado su deseo de llegar a un acuerdo a lo largo de la tramitación.
Aunque se esperaba lo contrario, ninguno de los dos ha presentado enmiendas al modelo de financiación que propone Castilla-La Mancha y han respetado su exigencia de que el Estado realice inversiones complementarias en Castilla-La Mancha por un importe equivalente al uno por ciento del producto interior bruto regional (unos 400 millones de euros al año) hasta que éste se equipare a la media por habitante español.
En cuanto al agua, ambas formaciones han suprimido de la disposición transitoria primera del Estatuto la alusión a la caducidad del trasvase Tajo-Segura en 2015, fecha que ambos partidos fijaron por consenso en las Cortes de Castilla-La Mancha y coincide con la entrada en vigor de la directiva marco del agua de la UE.
El PSOE ha aceptado que en el preámbulo aparezca 2015 como la fecha en la que, para las Cortes de Castilla-La Mancha, llegaría "la extinción del trasvase" y el PP se ha limitado a aludir a ella en relación con la aplicación de la directiva marco del agua.
Tampoco aparece en las enmiendas el concepto "reserva estratégica", aunque los dos grupos citan los 600 hectómetros cúbicos.
El PSOE propone que la planificación hidrológica de la cuenca del Tajo plantee "la disminución progresiva de los caudales trasvasables y el aumento de las reservas no trasvasables para atender las necesidades de la propia cuenca que los poderes públicos de Castilla-La Mancha han estimado en 600 hectómetros cúbicos".
No se menciona en las enmiendas la petición de que el caudal del Tajo a su paso por Aranjuez no baje de 12,7 metros cúbicos por segundo.
El PP ha optado incluir que la planificación hidrológica concretará la dotación de agua suficiente para atender las necesidades presentes y futuras de Castilla-La Mancha y que la Junta de Comunidades estima que pueden llegar, progresivamente, a los 600 hectómetros cúbicos, "sin perjuicio en todo caso de lo dispuesto al efecto en la legislación del Estado".
La redacción de estos puntos da muestra de la complejidad de las negociaciones mantenidas para alcanzar acuerdos en el seno de ambos partidos y es el único escollo que ha impedido el acuerdo entre socialistas y populares.
Por lo demás, ambos grupos han coincidido en que la Junta de Comunidades tenga que ser informada con carácter previo ante cualquier trasvase o cesión de agua que afecte a las cuencas de la comunidad, a fin de que emita preceptivamente un informe, que requeriría respuesta motivada.
También han propuesto la participación de la Junta en los órganos de gestión del agua que le afecten, también en los del trasvase.
Además, el PP ha introducido una cláusula para revisar las aportaciones que se realizan desde el Tajo cada vez que la cuenca del Segura reciba agua por nuevas infraestructuras, por nuevos aportes por "interconexión entre cuencas" o por ahorro.
Y también aprovecha las enmiendas el PP para incluir un acuerdo adoptado por las Cortes de Castilla-La Mancha en el que plantea la conveniencia de alcanzar un pacto nacional del agua desde los principios de unidad de cuenca, sostenibilidad medioambiental, prioridad de uso en la propia cuenca, garantía de las necesidades presentes y futuras de la cuenca natural y la solidaridad interterritorial. EFE