La Consejería de Sanidad y Consumo, practicó un total de 255 inspecciones en establecimientos de elaboración y venta de alimentos, tanto permanentes como no permanentes, durante las guardias de fines de semana de la campaña estival.
La Consejería pone en marcha todos los veranos una campaña de refuerzo del control en los establecimientos que producen, procesan, almacenan o comercializan alimentos. Se trata de un servicio de guardias durante los fines de semana del 14 de junio al 14 de septiembre que complementa los servicios de control oficial que se llevan a cabo durante todo el año, en el marco del ‘Programa de Control Oficial Sanitario de Alimentos y Zoonosis’. Y es que las altas temperaturas que se dan en verano propician que aumente el riesgo de que puedan producirse problemas relacionados con el consumo de alimentos.
El objetivo básico de la campaña es atender sin demoras las incidencias sanitarias que pueden plantearse en los establecimientos de la Región que operan con alimentos a nivel de higiene y seguridad. Así se refuerza el control sanitario oficial de alimentos, incluso en los días festivos cuando se producen concentraciones de personas en tiempo de ocio que adquieren y consumen alimentos fuera del domicilio habitual, tanto en mercadillos como en establecimientos de temporada.
Durante esta campaña se dio prioridad a la inspección de los establecimientos no permanentes, ya que son los que pueden suponer un mayor riesgo, debido a su provisionalidad y características estructurales, así como por su mayor dificultad en el desarrollo de programas de control y mejora, tanto en las instalaciones como en las buenas prácticas de higiene. En estos establecimientos se revisan las condiciones higiénico-sanitarias, los documentos que acrediten el origen de alimentos, así como la documentación que acredita la formación de los manipuladores, entre otros aspectos. De forma análoga se actúa en los que permanecen abiertos de forma habitual en locales permanentes.
En este sentido, durante las guardias de fin de semana, los inspectores del Servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de la Consejería de Sanidad visitaron 220 establecimientos no permanentes, incluidos puestos de mercadillos. Además, revisaron 35 establecimientos permanentes, tanto de comidas preparadas (bares, cafeterías y restaurantes) como de minoristas (carnicerías, pescaderías y panaderías, entre otros).
Las acciones se llevaron a cabo en todo el territorio de la Región de Murcia, destinando más de un 50 por ciento de las mismas a los municipios del interior y el resto a las localidades costeras, siendo estas últimas las que registran mayor la afluencia de veraneantes.