Murcia, 11 sep (EFE).- Agentes de la Guardia Civil han detenido esta semana en Marbella (Málaga), en el marco de la operación 'Acuala', a tres personas que encabezaban una red colombiana que introducía cocaína en España, según informó hoy la Delegación del Gobierno en Murcia.
Estas tres personas dirigían a otras siete más, también de origen colombiano, las cuales fueron detenidas el primero en el año 2006 en Jumilla (Murcia), donde se inició la operación, y los otros seis, posteriormente, en Almería, informaron a EFE fuentes de la Guardia Civil.
Los detenidos esta semana en Marbella son el jefe de la red, que responde a las iniciales L.A.R.G., quién estaba acompañado por otras dos personas, A.M.P.V. y E.M.G.I.
Los demás detenidos con anterioridad, que corresponden al escalón logístico, responden a las iniciales J.E.L.R.; J.A.L.R.; M.L.; L.E.E.G., J.E.G.L, S.M.M.R., M.G.F., todos ellos de origen colombiano.
La red se dedicaba a la elaboración y "cocinado" de la cocaína para su posterior tráfico, y entre los objetos que la Benemérita les ha incautado se encontraban ordenadores, teléfonos móviles, dinero en efectivo, armas con gran cantidad de munición y varios vehículos, que tienen un valor de 200.000 euros. Además se les aprehendió 2,5 kilogramos de cocaína de gran pureza.
La operación se inició a mediados del año 2006, cuando la Guardia Civil tuvo conocimiento del envío de un paquete postal desde Colombia hasta un destinatario residente en Jumilla (Murcia) en cuyo interior había un cuarto de kilogramo de cocaína, como se comprobó durante la entrega, momento en el que se produjo la detención de una persona.
"Detrás de esta entrega controlada de pasta de cocaína existía un amplio grupo organizado de personas que se dedicaban al tráfico de drogas tanto en la Región de Murcia como en otras provincias, principalmente Almería", agregó la fuente.
Los movimientos básicos de la red se iniciaban en países sudamericanos, donde, tras ocultar la pasta de cocaína en interior de todo tipo de objetos, la remitían en paquete postal hasta España.
El cabecilla de la red pagaba grandes cantidades de dinero a personas de su confianza por hacer única y exclusivamente de destinatarios de los envíos postales, añadió la fuente.
Una vez que estas personas recibían los paquetes, los entregaban al cabecilla o a otra persona integrante de la red para llevar a cabo el denominado "cocinado" de la coca para su comercialización en el laboratorio artesanal que había instalado en una de las viviendas de los detenidos.
Los detenidos recibían la pasta de cocaína impregnada en prendas de vestir, que tras ser tratada con productos químicos, obtenían la sustancia preparada para su distribución a consumidores finales.
La red disponía de un piso de seguridad donde los "narcotraficantes" habían establecido el "laboratorio".
Durante el desarrollo de la primera fase de la operación se efectuaron 6 registros domiciliarios en distintas localidades de Murcia y Almería, en los que se aprehendió cocaína en distintos estados, de la que se podría extraer cerca de 200.000 dosis.
Además se aprehendió marihuana, dinero en efectivo, teléfonos móviles, armas, ordenadores, herramientas y productos químicos utilizados en el laboratorio, vehículos y diversa documentación relacionada con el tráfico de drogas.
Estas siete personas integraban el escalón logístico de la estructura, llevando a cabo todas las labores de recepción, transformación y distribución de la cocaína.
Este grupo estaba liderado por una de estas siete personas, que se relacionaba con otras tres personas que pertenecían a la cúpula de la red, que llevaba a cabo la labor intelectual, relacionándose directamente con los distribuidores de cocaína en Sudamérica y coordinando la estrategia de la red en España.
Las investigaciones de esta operación la han desarrollado efectivos de la Guardia Civil adscritos a la Unidad Orgánica de Policía Judicial (E.D.O.A.) de Murcia, apoyados por componentes de la Guardia Civil de Almería y Málaga en las fases de explotación. EFE