La Consejería de Desarrollo Sostenible y Ordenación del Territorio ha invertido en los últimos meses más de 200.000 euros en la lucha contra la plaga de procesionaria en los pinares de la Región. Desde el mes de octubre del año pasado la Dirección General del Medio Natural está ejecutando diferentes tratamientos de sanidad forestal para erradicar los distintos focos de infección y preservar tanto la salud de las masas arbóreas como los problemas de urticaria que sufrir las personas al entrar en contacto con las larvas.
El consejero de Desarrollo Sostenible y Ordenación del Territorio, Benito Mercader, destacó que “en la Región de Murcia contamos con un amplio Plan de Lucha Integral de Daños Forestales en el que se emplean técnicas variadas y distintos métodos respetuosos con el medio ambiente para mantener las plagas por debajo del umbral de daños”.
En el caso de la procesionaria de pino (thametopoea pytiocampa), cada año se realiza el proyecto ‘Tratamiento Fitosanitario contra la procesionaria’ con un presupuesto aproximado de 200.000 euros, actuando sobre las zonas más viables técnicamente y que han sido seleccionadas previamente por el equipo de Sanidad Forestal de la Consejería tras un riguroso trabajo de campo.
Entre los distintos tratamientos que se aplican para combatir los focos de infección de procesionaria se encuentran la instalación de trampas con feromonas (en enero y febrero); la colocación de nidales (entre febrero y marzo); tratamientos manuales mediante corta, recogida y quema de bolsones (de enero a marzo); uso de caños pulverizadores (de enero a marzo); y los más importantes, cuantitativamente y por su eficacia, que son los tratamientos aéreos a ultra bajo volumen con insecticidas específicos como son los inhibidores de crecimiento específicos e insecticidas biológicos respetuosos con el medio ambiente, desarrollados en noviembre. Asimismo, desde la Consejería se da asesoramiento técnico a particulares para la erradicación de focos en jardines y fincas pequeñas.
En noviembre del año pasado se trataron un total de 5.750 hectáreas con infección y se logró eliminar el 90 por ciento de la plaga. Mercader aseguró que “los resultados de las distintas acciones para eliminar la plaga de procesionaria han sido muy satisfactorios. Además, entre finales de febrero y marzo, las larvas, que son las producen problemas de urticaria en las personas, se entierran para cristalizar y no emergen hasta agosto, por lo que actualmente no hay problemas para la población”.