La Comunidad de Murcia comenzará a tramitar la acogida de diez menores inmigrantes más, procedentes de los centros de Canarias, según confirmó hoy el consejero de Política Social, Mujer e Inmigración, Joaquín Bascuñana, que se encuentra en Las Palmas, donde, acompañado de su homóloga, Inés Nieves Rojas de León, ha visitado uno de los hogares que acogen a los menores llegados a las islas en cayucos, procedentes del continente africano.
Tras recorrer las instalaciones del centro de Arinaga, el consejero murciano manifestó que, “lamentablemente, desde el Gobierno central no se ha llevado a cabo ningún tipo de política de inmigración en colaboración con las comunidades autónomas, por lo que hemos tenido que ser las propias Administraciones regionales las que nos hayamos puesto en contacto para posibilitar acuerdos que resuelvan situaciones como las planteadas con la masiva llegada de inmigrantes”.
Por eso, según Bascuñana, a la vista de la situación creada en Canarias, “la Comunidad de Murcia, una vez más, tras haber acogido en 2006 a 10 jóvenes procedentes del archipiélago, volveremos a demostrar nuestra generosidad y solidaridad, no siempre correspondida, y pondremos en marcha los mecanismos que faciliten la llegada a nuestra tierra de otros tantos menores inmigrantes”. Éstos, tal y como señala el consejero, serán escogidos entre los que mejor hablen el español y tengan algún vínculo familiar en la península, para así hacer más viable su integración social.
Los centros de acogida de menores en Canarias cuentan actualmente con 973 menores y las autoridades de la Comunidad isleña advierten de que cualquier incremento venidero puede colapsar sus instalaciones, por lo que piden la solidaridad del resto de España para aliviar su situación. El consejero murciano pudo comprobar la labor que se lleva en estos centros de emergencia, desde la alfabetización hasta la enseñanza profesional (forja, carpintería).
Se trata de que los menores se adapten a la dinámica escolar española y, poco a poco, se olviden de sus objetivos iniciales, cifrados en ganar dinero lo antes posible para responder a los compromisos que les hicieron emprender tan arriesgada aventura. Y es que, según pudo conocer Joaquín Bascuñana, los jóvenes consideran a Canarías como un puente de África hacia Europa.