La mayor parte de las explotaciones porcinas ven necesaria una ampliación en el número de plazas que pueden albergar. Los ganaderos buscan una reducción en los costes fijos por cabeza, garantizando así su viabilidad.

La nueva normativa sobre bienestar animal obliga a las explotaciones ganaderas a realizar importantes cambios en sus instalaciones. La adecuación a la nueva normativa, unida a los gastos fijos necesarios para el mantenimiento de las explotaciones, según las normativas sobre sanidad animal, hace económicamente inviables la mayoría de las pequeñas explotaciones.

Las normativas urbanísticas recogidas en el PGMO impiden la ampliación de muchas de estas explotaciones ganaderas. El PSOE tiene muy presente el carácter molesto o de riesgo sanitario o medioambiental de estas actividades, por lo que considera necesario respetar tanto las distancias mínimas y otras condiciones que les sean de aplicación. Otra cuestión son las distancias mínimas al gran número de convenios urbanísticos de la localidad, convenios que no se van a desarrollar en décadas, que hacen imposible la ampliación de estas naves.

Muchos ganaderos interesados en ampliar sus explotaciones, con el fin de mantener su viabilidad, se han encontrado tan solo con limitaciones en cuanto a distancias y usos compatibles recogidos en la normativa urbanística municipal. Consideramos ilógico que unos convenios urbanísticos, que a día de hoy no se van a desarrollar en décadas o que tienden a su resolución, sean los culpables del bloqueo o eliminación de un sector tan importante para nuestra localidad, como es la ganadería.

El Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento ha presentado una iniciativa que pone solución a este bloqueo. La propuesta no modifica las distancias a suelo urbano consolidado, no viéndose perjudicados por tanto los vecinos de la localidad.