HUERMUR denuncia que la desidia asedia el tramo de muralla medieval de Murcia ubicado en el barrio de Santa Eulalia, junto a la antigua ubicación de la puerta de Santa Eulalia (o de las Siete Puertas), y recuerdan que por ella hicieron su entrada el rey Jaime I de Aragón y sus huestes el 2 de febrero de 1266.
La entidad conservacionista señala que este monumento BIC acumula una larga lista de denuncias sin que la Consejería de Cultura o el Ayuntamiento, hayan hecha nada para cumplir y hacer cumplir la Ley de Patrimonio que obliga a conservar estos bienes en perfecto estado. Este tramo de muralla está incluido en la Lista Roja del patrimonio en peligro desde 2021.
La Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia (HUERMUR) denuncia la desidia que asedia el tramo de la muralla medieval de Murcia en el céntrico barrio de Santa Eulalia, un tramo ubicado junto a la antigua puerta de Santa Eulalia (o de las Siete Puertas) y por la que hicieron su entrada el rey Jaime I de Aragón y sus huestes el 2 de febrero de 1266.
Esta misma semana el monumento protegido como Bien de Interés Cultural (BIC) presentaba un estado de conservación bochornoso, con maleza creciendo sin control, grietas, e incluso con bolsas de basura tiradas encima, denuncian desde HUERMUR.
La entidad conservacionista señala que este monumento BIC acumula una larga lista de denuncias sin que la Consejería de Cultura o el Ayuntamiento, hayan hecha nada para cumplir y hacer cumplir la Ley de Patrimonio que obliga a conservar estos bienes en perfecto estado. Este tramo de muralla está incluido en la Lista Roja del patrimonio en peligro de Hispania Nostra desde el año 2021, y desde entonces, remarcan, nadie ha hecho nada por revertir su degradación.
HUERMUR recuerda que la muralla árabe es la antigua estructura defensiva de la ciudad, construida durante la etapa andalusí. Se mantuvo en uso hasta el final del carácter fronterizo del Reino de Murcia en 1488. Posteriormente, comenzó una fase de abandono favorecida por el crecimiento de la ciudad y los viejos muros pasaron a utilizarse en construcciones edificadas encima, y se reformaron las puertas que daban acceso a la vieja medina, que fueron las últimas estructuras de la muralla en desaparecer, en la segunda mitad del siglo XIX.
Dado el mal estado de este monumento BIC HUERMUR ha remitido una nueva batería de escritos a la Consejería de Cultura y al ayuntamiento de Murcia para que se inste una solución definitiva, y este singular patrimonio de Murcia pueda ser recuperado y puesto en valor como se merece.