Emoción, alegría, abrazos y lágrimas, en el reencuentro con los familiares y la despedida de los compañeros. El Monasterio de Los Jerónimos, sede de la Universidad Católica de Murcia, fue testigo del fin de trayecto para los voluntarios de la UCAM que han colaborado con la Jornada Mundial de la Juventud, celebrada este verano en Lisboa. El cansancio acumulado por tantos días de voluntariado y vivencias, junto con el último trayecto cruzando toda la península ibérica, no ocultó los rostros de satisfacción de estos universitarios que han participado en el encuentro del Papa Francisco con los jóvenes viviendo una experiencia inolvidable.
María Dolores García, presidenta de la UCAM, quiso estar presente en la llegada de los voluntarios y, al recibirlos, aseguró sentirse "muy orgullosa y feliz de verlos cómo han llegado. Pensaba que iban a estar agotados y derrotados, y resulta que vienen con un espíritu fresco, cargados de energía e ilusión tras el encuentro con el Santo Padre".
María Mendoza, miembro del Patronato de la Fundación Universitaria San Antonio y responsable de la expedición, resumía la participación de los voluntarios UCAM como un verdadero encuentro con Jesucristo: "Venimos renovados, con muchas ganas de transmitir al resto de jóvenes que la Iglesia está viva y que Dios ama a cada uno como es, con sus defectos y virtudes".