El informe, elaborado por la Asociación de Vecinos Senda de Granada Oeste denuncia la falta de un estudio que analice el impacto territorial, social y económico.
La reducción del uso del vehículo privado será, tal y como reconoce el Ayuntamiento, de sólo un 1,11%, cantidad que no justifica una inversión de 26 millones.
Si hubiera una auténtica apuesta por la movilidad, se habría colocado una acera en Senda de Granada y habilitado el paso de un bus Rayo por esta vía, actuación mucho más económica y que daría respuesta a una demanda vecinal real.
Las aceras junto al colegio San José quedarán tan estrechas que se hará complicado el tráfico peatonal, incrementándose el riesgo de atropello con el paso de más de 450 autobuses diarios.
Con el plan anunciado por el Ayuntamiento, no circulará ningún autobús eléctrico por la calle Mayor, que tendrá aceras de poco más de un metro junto a las que circularán 337 autobuses diarios, convirtiéndola en una calle menos atractiva y más peligrosa.
La Asociación de Vecinos Senda de Granada Oeste presentó anoche un demoledor informe que, con los datos obrantes en el proyecto municipal, viene a dar la razón a las denuncias de miles de vecinos de Espinardo frente al Plan de Movilidad.
Resulta llamativo que se inviertan más de 26 millones de euros para reducir sólo un 1,11% el uso del vehículo privado en lugar de optar por actuaciones mucho más económicas que sí darían soluciones a demandas reales de los vecinos, como habilitar una acera en Senda de Granada o poner en marcha un servicio de bus Rayo que dé servicio a cientos de familias. Una acera segura que conectaría a los miles de vecinos de Joven Futura y Senda de Granada con Murcia y El Ranero en pocos minutos a pie, evitando así las constantes situaciones de inseguridad vial.
Tal y como se ha venido denunciando, el proyecto amenaza con convertir una calle Mayor llena de vida y negocios en una nueva carretera de Alcantarilla, con el doble de carriles de circulación.
Todo esto acabará con el comercio de Espinardo, al dar lugar a una carretera peligrosa, sin árboles y con aceras mucho más estrechas junto a las que circularán 337 autobuses cada día, sin que ninguno de ellos sea eléctrico.
El proyecto llega a tal punto de improvisación que ni siquiera se sabe si entre las calles Calvario e Higueras desaparece el carril bus o el de tráfico privado, ya que el proyecto habla de dos itinerarios diferentes.
Peor aún será la situación junto al colegio San José, con una acera prácticamente impracticable por su estrechez, con el peligro que eso supone en un entorno escolar y la situación a la que se aboca a una persona de movilidad reducida, además del enorme incremento del riesgo de atropello al circular por esta vía 452 autobuses al día.
Se trata de un proyecto en el que se elimina arbolado y espacio al peatón, situándolo más cerca del transporte pesado y sus emisiones, con el perjuicio que ello conlleva.
A esto hay que sumarle la falta de estudios tan importantes como el de ruido, el de viabilidad económica o el que analice el impacto territorial, social y económico de esta actuación; algo inconcebible ante un proyecto de este calado que va a cambiar de forma drástica el día a día de los vecinos de Espinardo.
Por todo ello, desde Espinardo Colapsado se pide al gobierno municipal que estudie este informe y, a la vista de lo recogido en el mismo, acuerde suspender las obras y buscar alternativas que no supongan acabar con la vida social, económica y comercial de Espinardo.