El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Mario Urrea, ha asegurado que tanto el abastecimiento como los riegos de la cuenca del Segura "están perfectamente garantizados en el presente año hidrológico" que finaliza el próximo 30 de septiembre.
En este sentido, la CHS espera que próximo otoño se produzcan nuevas precipitaciones que eviten la modificación de los indicadores de la cuenca del Segura y no se alcance el nivel de alerta.
De no producirse esas lluvias a lo largo del otoño, y en función de los indicadores obtenidos, la Confederación contemplaría un cambio de escenario de cara al inicio del próximo año hidrológico dentro de un nivel de alerta lo que, tal y como ha señalado el presidente del organismo de cuenca "nos llevaría a actuar según lo establecido en el Plan de Actuación de Sequía aprobado en noviembre de 2018".
Algunas de estas medidas que contemplan este plan son "restricciones al regadío y medidas de ahorro voluntario en el abastecimiento", ha recordado Urrea.
Desde el organismo de cuenca se incide en que la situación actual del Segura es similar a la sufrida el pasado mes de marzo cuando la cuenca llegó al índice global de alerta que fue salvado gracias a las intensas precipitaciones registradas en la primavera.
La gestión llevada a cabo de esas aportaciones ha evitado que la cuenca del Segura haya entrado en nivel de alerta durante el pasado mes de julio.
Indicadores de escasez
Según los indicadores de escasez de la cuenca del Segura, actualizados a fecha 1 de agosto de 2022, ésta se encuentra en nivel de prealerta
Al respecto, el Índice de escasez del sistema global, que incluye las aportaciones propias de la cuenca y las recibidas por el trasvase Tajo-Segura, está en 0.367.
De forma individualizada, Índice de escasez Sistema Cuenca está en 0.52 sobre 1. Por su parte, Índice de escasez Sistema Trasvase está en 0.214.
Por zonas, la cabecera y la zona principal del Dominio Público Hidráulico están en situación de prealerta, mientras que la margen derecha e izquierda mantienen una situación de normalidad.
Finalmente, la cuenca del Segura mantiene la ausencia de sequía prolongada en referencia a los caudales ecológicos de la demarcación hidráulica.