Todos los países y regiones tienen un monumento, un símbolo que se encarga de funcionar como una representación de un momento de la historia. Sin embargo, nuestro río Segura representa un sentimiento que va mucho más allá. Se trata de la representación de la superación, de la supervivencia y perseverancia a lo largo de los años con los que muchos ciudadanos de la región podemos identificarnos.
Este río que se extiende por varias poblaciones y municipios, y todo lo que sucede en el mismo, tiene el poder de afectar la vida de muchas personas. Es por ello que más que amor, muchas personas también tienen respeto por el comportamiento impredecible de este cauce que ha pasado a formar parte de la historia y formación de una sociedad. Creemos que vale la pena destacar como se ha desarrollado a lo largo de los años para llegar a ser lo que es hoy en día.
El origen del río Segura
No hace falta que lo digamos, pero en la actualidad se considera al río Segura como uno de los más importantes en toda España. Así como ha sido una presencia constante en la vida de muchas poblaciones españolas que se extienden por sus orillas, existen indicios de que en la prehistoria también existían asentamientos humanos en su vega. De hecho, muchos hallazgos de yacimientos ya están declarados por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad.
Desde ese entonces, se ha comprobado que el río Segura se ha mantenido siempre habitado a través de todos los años de la historia. Ha visto muchas civilizaciones pasar; desde iberos, romanos, árabes y visigodos. Sus aguas han sido la fuente de muchos beneficios para estas poblaciones. Cuando llegaron los iberos, fueron los primeros en utilizar el río para la agricultura y la pesca. Además, fueron los primeros en intentar identificar un patrón de sequías y crecidas.
Luego, llegaron los árabes, quienes usaron el río de una manera inteligente para la agricultura. Lo más destacado fue su habilidad para establecer una red de canalizaciones. Fue aquí cuando se incluyeron puentes, norias y molinos. Sin embargo, esto llevo a que durante el auge económico se produjeran abusos de masificación, lo cual obligó a establecer un sistema de reparto para sus aguas.
A partir de ahí las irregularidades del río empezaron a crecer. La desforestación tuvo efectos trágicos en su régimen fluvial. A eso se le sumó la reducción de lluvias y la intervención del hombre en su uso. Las irregularidades se mantuvieron hasta los años 1950, las cuales eran causantes de una gran cantidad de crecidas en las temporadas de otoño e invierno. Sin embargo, esto fue beneficioso para la salud del río.
Intervenciones
Durante varios siglos se establecieron proyectos y actuaciones cuyos objetivos eran masificar los recursos que se podían aprovechar del río Segura, lo cual tuvo un gran impacto en su curso natural. De hecho, la presa Azud de Ojos, construida en 1975, tuvo el propósito de derivar las aguas a otras poblaciones. Sin embargo, esto no le ha quitado su importancia, ya que actualmente es uno de los mayores impulsos para la industria agrícola.
Un importante recurso impredecible
A pesar de los grandes esfuerzos por controlar sus cauces, para nadie es secreto que esto no ha tenido éxito. Este río es conocido por la causa de constantes inundaciones y a pesar de esto es un gran atractivo turístico, tanto para españoles como extranjeros. Probablemente, se debe a las aguas cristalinas que ofrece, ya que gracias al cuidado y conservación están poco contaminadas.
A pesar de que se cuenta con épocas definidas para las crecidas y los tiempos de sequías, estas pueden ocurrir a veces de manera impredecible. Sin embargo, esta es una de las características que más sabemos apreciar de este río. Se trata de una manera de comunicación, de mutuo respeto entre la naturaleza y la humanidad. Su importancia está en que no solo es un proveedor de recursos, sino también el hogar de una gran variedad de flora y fauna.