Murcia

El Ayuntamiento recupera los vestigios del Molino de la Pólvora, una joya patrimonial de la Huerta integrada en la ruta La Aljufía

Las obras han rehabilitado y puesta en valor los restos arqueológicos de la fábrica del siglo XVIII, y permitirán disfrutar de zonas estanciales y un nuevo mirador sobre el cauce de la Acequia Mayor Aljufía

El alcalde de Murcia, José Ballesta, junto al concejal de Desarrollo Sostenible y Huerta, Antonio Navarro, y el concejal de Cultura y Recuperación del Patrimonio, Jesús Pacheco, visitó esta mañana el Molino de la Pólvora, cuyas obras de rehabilitación ya han finalizado y que aspira a convertirse en un espacio de referencia del patrimonio de la Huerta murciana. En concreto, está ubicado en el paraje de Los Canalaos, donde se encuentran sus vestigios, que pueden contemplarse desde un nuevo mirador.

“La Huerta de Murcia ha recuperado uno de los elementos más importantes de su patrimonio, los vestigios del Molino de la Pólvora, cuyo origen se remonta a las primeras décadas del siglo XVIII y al que le precedió un molino harinero”, destacó José Ballesta, quien añadió que “se trata de un hito en la recuperación del patrimonio que además supone una reivindicación de nuestras raíces: la huerta de Murcia, nuestro legado histórico, cultural y ecológico más valioso, que forma parte de nuestra identidad colectiva”, destacó José Ballesta.

La rehabilitación y puesta en valor de los restos arqueológicos del Molino de la Pólvora es un proyecto enmarcado dentro del Plan de Acción de la Huerta, que también ha supuesto la recuperación de los Molinos del Amor y del Batán.

Parada integrada en las 20 rutas que recorren la Huerta

El Ayuntamiento ha desarrollado un conjunto de 20 rutas turísticas para recorrer a pie y en bicicleta, que discurren la Huerta de Murcia y que ponen en valor los lugares históricos y rincones de este entorno.

En este sentido, el Molino de la Pólvora se ha convertido en una de los sitios más propicios para realizar una parada y contemplar el paisaje, puesto que sus vestigios forman parte de la ‘Ruta 1. La Aljufía: Murcia-Azud de la Contraparada’.

Un nuevo mirador para observar los vestigios del Molino

El Ayuntamiento ha acondicionado este monumento, del que quedaban sus vestigios; entorno en el que se ha diseñado una zona de descanso con un mirador ubicado sobre el cauce de la Alcequia Mayor Aljufía –una de las dos acequias mayores que vertebran la red de riego tradicional de la Huerta de Murcia, tomando sus aguas del río Segura–. El nuevo mirador también ofrece vistas a las parcelas colindantes, a las que estaba ligada tradicionalmente la explotación del molino.

Además, se han instalado paneles expositivos sobre la historia y antiguas funciones del Molino, diseñados con caña, y la pasarela que cruzaba la acequia ha sido restaurada, pasando a ser un puente peatonal que permite el paso de grupos de forma segura y que ofrece una óptima vista al cauce del río.

En su conjunto, el proyecto de rehabilitación del Molino de la Pólvora, diseñado por Santa Cruz Arquitectos y por los arqueólogos de Arqueotec, y ejecutado bajo la dirección de la Oficina Municipal de Proyectos, ha contemplado la puesta en valor de los vestigios del propio molino, así como la restauración de los paños de piedra del entorno de la acequia Mayor Aljufía y la recuperación de sus quijeros. En concreto, los trabajos comenzaron en octubre de 2019 y que han finalizado en julio de 2020.

La historia del paraje ‘Los Canalaos’

La arqueología ha estado integrada en todas las fases del proyecto. En este sentido, los arqueólogos han formado parte del equipo de redacción no solo aportando información histórica, sino también arqueológica, realizando excavaciones para verificar la existencia de restos de la antigua fábrica de pólvora.

Los trabajos de investigación y excavación arqueológica, desarrollados en los años 2017 y 2018, han permitido desvelar la evolución histórica de este paraje natural, donde solo se conservaban las ruinas de canales de obra, que dieron lugar al nombre, bautizándose como el paraje de ‘Los Canalaos’.

Las primeras excavaciones arqueológicas han puesto al descubierto alguna de las antiguas instalaciones y numerosos morteros de caliza gris, empleados para mezclar los componentes de la pólvora (salitre, azufre y carbón). Hasta la reciente actuación, el Molino se ha empleado de forma exclusiva para regar, lo que ha permitido su conservación tras su abandono en el siglo XIX.

Este proyecto de rehabilitación y puesta en valor ha prestado atención a criterios de sostenibilidad, como el uso de materiales naturales, integración paisajística, utilización de recursos próximos, etc.

Un molino harinero del siglo XV precedió al de la Pólvora

Por sus condiciones ambientales y abundante canal, en la acequia Mayor Aljufía se construyó un molino harinero en el siglo XI, al que se incorporó poco después un batán trapero. Así se mantuvo hasta el siglo XVIII, cuando el administrador de las fábricas del Rey puso en marcha el Molino de la Pólvora en este emplazamiento.

La primera noticia del molino harinero fue publicada en el año 1413, siendo este propiedad del matrimonio formado por Fernán Pérez Calvillo y Juana Carrillo, familia en la que permaneció hasta el siglo XVIII y de la que algunos descendientes viven aún en el entorno de este paraje. Inicialmente se construyó como un molino harinero, pero pronto se transformó también en batán –máquina destinada a transformar tejidos–.

La artillería y la pólvora llegaron en el siglo XVIII

En 1719, el por entonces administrador General de las reales Fábricas de Pólvora, Francisco Zoco, comenzó a construir una nueva fábrica junto al molino de Juan Carrillo.

A finales del siglo XVIII la fábrica alcanzó su máximo desarrollo. Más tarde, en el año 1802, la Ordenanza del Real Cuerpo de Artillería decreta el futuro cierre de la Fábrica baja (Los Canalaos). En 1805, el Molino de la Pólvora dejó de producir definitivamente, concentrándose la producción en el la Fábrica Militar de Pólvoras de Murcia en Javalí Viejo. Aunque la fábrica se intentó vender, el inmueble quedó en manos del Cuerpo de Artillería hasta que fue permutada cinco décadas más tarde.

Molinos del Amor y del Batán

Esta actuación forma parte del Plan de Acción de la Huerta de Murcia, la iniciativa medioambiental y sociocultural más importante de las últimas décadas, que ofrece una visión vertebradora de todo el municipio, conectando las pedanías murcianas, con el centro histórico y el río.

Dentro del eje de recuperación patrimonial, el Ayuntamiento también ha recuperado el entorno del Molino de Batán, en el Camino Viejo de Monteagudo (Zarandona), una actuación que incluye la rehabilitación de la base del Torreón Árabe de los siglos XII-XIII, declarado Bien de Interés Cultural, y del puente del siglo XVIII sobre el Azarbe Mayor.

Asimismo, el Consistorio ha recuperado el Molino del Amor, de titularidad municipal, que se encuentra al final del Paseo del Malecón, junto a la Carretera de La Ñora, en los límites entre La Arboleja y La Albatalía, sobre la acequia Mayor de Aljufia, y se trata de una construcción catalogada, datada en el Siglo XVIII aunque, como en otros casos en la Huerta, probablemente se construyera sobre un molino medieval anterior.

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