Los informes más recientes del Ministerio Trabajo, Migraciones y Seguridad Social sitúan a la región de Murcia como la tercera comunidad autónoma por la cola en cuanto al importe medio de las pensiones de jubilación y en cuanto a su número. Solo Extremadura y Galicia nos "superan" en este penoso ranking y, por ejemplo, mientras que un jubilado vasco percibe más de 1300 euros al mes de media, uno murciano ha de conformarse con unos 950. La razón principal hay que buscarla en el bajo nivel de cotizaciones que acumulan nuestros trabajadores; en parte por el paro, pero, sobre todo, porque la economía sumergida se extiende como un mal endémico de nuestro territorio en tiempos de crisis o de bonanza. No somos la única comunidad donde esto ocurre, pero sí una de las que sufren el problema de modo más persistente en el tiempo.
En Cieza, esta situación de "penuria media de los jubilados" es patente. Una economía basada en la agricultura y la construcción durante décadas y con prácticas generalizadas de economía sumergida ha provocado que muchos de nuestros jubilados actuales y de los que lo serán en un futuro próximo perciban pensiones mínimas o de muy baja cuantía. Por ello, de cara a los inmediatos eventos electorales que se avecinan, es preciso sacar el debate sobre el futuro de las pensiones a las calles y a todos los foros públicos. Este es el compromiso inequívoco de Podemos.
Justo lo contrario de lo que intentaron los partidos de siempre, cuando trataron de forzar un renovado Pacto de Toledo con unas condiciones inaceptables desde el punto de vista de la defensa de las pensiones públicas, pues pretendía reducirlas hacia el futuro y retrasar la edad de jubilación. Desde Podemos hemos denunciado que con las prisas por cerrar un Pacto de Toledo a toda costa se quería evitar que una cuestión central para la vida de millones de personas entrase con fuerza en el debate electoral, se pretendía amordazar la reivindicación de los pensionistas. Nos reafirmamos en ello.
En las últimas semanas, hemos visto de nuevo a los jubilados españoles salir a las calles para gritar con fuerza que "con las pensiones no se juega". Les hemos visto en Navarra y en otros lugares de la geografía española. A estos jubilados, que defienden sus pensiones, pero también las de sus hijos y nietos, les ampara la Constitución y no solo la razón, ya que el artículo 50 de la Carta Magna afirma que "los poderes públicos garantizarán, mediante pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a los ciudadanos durante la tercera edad". Quienes cuestionan el sistema público de pensiones y abogan por su privatización cuestionan una Constitución en la que solo ven un arma arrojadiza contra sus rivales políticos, apropiándose del patrimonio político de todos e ignorando que su contenido no es solo la unidad de España, sino también un importante nivel de protección social.
En definitiva, desde Podemos-Cieza queremos recordar al pueblo de Cieza que una sociedad que no mima a sus mayores es una sociedad que olvida sus raíces, que se vuelve ingrata y, en la misma medida, indigna; la suficiencia económica de las personas de la tercera edad es garantía de su dignidad, pero también de la dignidad de todos.
Por tanto, frente a privatizaciones y recortes, más o menos encubiertos, defendamos entre todos la continuidad de las pensiones, su revalorización con el IPC y el adelanto, en lo posible, de la edad de jubilación. Por imperativo constitucional y de dignidad.
Tú votas, tú decides.