Las máquinas entrarán en la cárcel vieja en el plazo de unas semanas, una vez que la Junta de Gobierno ha aprobado hoy la licitación de la primera fase de las obras de rehabilitación, que cuentan con un presupuesto de 2.1 millones de euros y un plazo de ejecución de 12 meses.
La actuación prevé una intervención cuyo principal elemento diferenciador es ‘la voluntad decidida de recuperar este espacio, cerrado y hermético, en un enclave atractivo para la ciudad y atrayente para sus vecinos', explicó Rebeca Pérez, concejala de Infraestructuras, Obras y Servicios Públicos, responsable de este proyecto, que permitirá rehabilitar una superficie de 642 m2 de la planta baja y 679 m2 de la primera.
Para lograrlo, la condición previa será la demolición de los muros y la incorporación de los patios carcelarios al trazado urbano, ‘haciendo posible que un edificio agresivo y hostil, por el que ahora se pasa de largo, se transforme en un edificio para el disfrute de todos y completamente permeable y abierto a la ciudad, por donde los vecinos puedan transitar, tanto perimetralmente como por el patio existente, sin barreras arquitectónicas'.
De esta forma, el resultado del proyecto será un espacio abierto a la ciudad, permeable y respetuoso con la arquitectura existente, memoria histórica y entorno.
‘Nuestro objetivo es hacer de este inmueble singular un lugar de referencia de exposiciones, actividades culturales, eventos y, en definitiva, para el disfrute de los vecinos del municipio', explicó Rebeca Pérez.
La propuesta trata fundamentalmente de abrir la antigua prisión al entramado urbano y conectarlo con él, buscando la recuperación del inmueble y los espacios adyacentes, con una conexión visual y de entrada real a los patios existentes y la creación de elementos permeables que sustituyen a los muros perimetrales exterior e interior, que serán demolidos prácticamente en su totalidad -salvo el colindante con Correos-, manteniendo las torres de vigilancia y parte del muro, mientras, los patios al oeste y sur, originalmente cerrados, se convertirán en plazas vinculadas y niveladas a la ciudad
Espacios amplios y amables
El objetivo es abrir el espacio de la cárcel por completo, vincularlo a la ciudad generando espacios amplios y amables. Una integración coherente con la historia del sitio, rehabilitando elementos de memoria histórica, pero también reinterpretando espacios para los nuevos usos propuestos.
La remodelación prevé generar espacios públicos organizados por núcleos exentos ubicados en las dos naves del inmueble, con un acceso con recepción en planta baja.
Actualmente, el ala derecha e izquierda del edificio de cabecera están separadas mediante el patio y dos terrazas en planta primera. La intervención propuesta plantea la conexión de ambas alas a través de un módulo acristalado situado en la fachada trasera del edificio, de manera que no cambie la percepción de la fachada principal a la Avenida Primo de Rivera.
El proyecto que se va a ejecutar, realizado por Manuel Hernández y José Ibáñez, de IH Arquitectos, ganadores del concurso de anteproyectos convocado por el Ayuntamiento, constituye una de las actuaciones estratégicas de ciudad, junto con Murcia Río, la intervención en el yacimiento de San Esteban y su entorno y la peatonalización de Alfonso X.